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martes, 31 de mayo de 2011

RECOMENDAMOS



"LA TEORÍA DEL TODO".-  


Stephen W. Hawking




   El subtítulo del libro es "El origen y el destino del Universo". Quizá sea demasiado pretencioso. Pero lo cierto es que Hawking se detiene en estudiar minuciosamente -en lo que cabe hablando de un libro de no más de 400 páginas- el Cosmos y sus orígenes, los agujeros negros y hasta la dirección del tiempo. Tiene párrafos que  te conducen a un laberinto sin salida en el que permaneces encerrado, dándole vueltas y más vueltas hasta encontrar una salida, una respuesta dudosa, una probable solución, una luz engañosa que te puede despertar la esperanza en un problema  sin solucion aparente.




" Según la relatividad general,  debe de haber una singularidad de densidad  infinita dentro del agujero negro. Resultaría muy parecido al Big Bang en el comienzo del tiempo, salvo que ahora habría un final del tiempo para el cuerpo que colapsa y el astronauta. En la singularidad, las leyes de la ciencia y nuestra capacidad de predecir el futuro dejarían de ser válidas. Sin embaro, no se vería afectado por este fallo de la predecibiliadad, porque ni la luz ni ninguna otra señal puede llegarle de la singularidad...".



   En otro capítulo del libro cuestiona la existencia de Dios y el origen divino del Universo, en el que asegura que existe un caos impredecible porque "el universo ya estaría expandiéndose, y el efecto repulsivo de esta constante cosmológica, habría hecho así que el universo se expandiera a un ritmo cada vez mayor. Incluso en regiones donde  hubiera más partículas materiales que la media, la atraccion gravitatoria de la materia habría sido superada por la repulsión  de la constante cosmológica efectiva. Estas regiones, pues, se expandirían también de una forma inflacionaria acelerada...".


    Finalmente, en uno de los últimos capítulos reconoce respecto a la gran incógnita que siempre nos ha rodeado que "la idea de que el espacio y el tiempo pueden formar una superficie cerrada sin frontera, también tiene profundas implicaciones para el papel de Dios en los asuntos del Universo. Con el éxito de las teorías científicas para describir sucesos, la mayoría de la gente ha llegado a creer que Dios permite que el universo evolucione con un conjunto de leyes. Él no parece intervenir en el universo para romperlas. Sin embargo, las leyes no nos dicen a qué debería parecerse el universo cuando empezó. Seguiría siendo voluntad de Dios dar cuerda al reloj y escoger cómo se puso en marcha. Mientras el universo tuviera un principio que fuera una singularidad, se podría creer que fue creado por un agente exterior. Pero si el universo es, en realidad, un contenido sin frontera o borde, no sería creado ni destruido. Simplemente sería. Y ¿qué lugar habría entonces para un Creador?."



   En definitiva, un libro profundo  para leer despacio y a ratos libres sin otros problemas en qué pensar, que en sus páginas encontraremos más de uno. Para sumergirnos en sus teoría y buscar salidas al laberinto que se  plantea en sus páginas. El autor deja cualquier interpretación sobre  Dios o sobre la Nada al  lector, sin conducirle apenas por ningún camino. Él mismo ha reconocido, después de todo esto, que duda de la existencia de Dios,  algo que  va dejando patente a lo largo de estas páginas en las que apenas se vislumbra un atisbo de fe o de certeza... En definitiva, es ciencia...



viernes, 24 de octubre de 2008

Recomendamos


Un libro:


"UN HOMBRE EN LA OSCURIDAD".- Paul Auster.-
Anagrama-

Una novela totalmente recomendable. Su comienzo resume en pocas líneas el entramado sobre el que se va a tejer la acción y los sueños: "Estoy solo en la oscuridad, dándole vueltas al mundo mientras paso otra noche de insomnio... en la gran desolación americana. Arriba... mi hija única, Miriam,...se acuesta sola desde hace cinco, y Katya, de 23, única hija de Miriam, antes dormía con un joven llamado Titus, pero Titus ha muerto y ahora duerme sola con el corazón destrozado. Luz radiante y luego oscuridad". En esa oscuridad August Brill, crítico literario convaleciente de un accidente, decide crear una historia para pasar el tiempo. Sin saber que su personaje, Owen Brick, podría convertirse en su propio verdugo. Sitúa a Brick en medio de una guerra civil americana bajo el mandato de Bush, donde se ha despertado como en un viaje en el tiempo desde su vida muelle con su esposa en un barrio confortable de la costa este hasta este panorama desolador de tierra quemada. Brick, desconcertado por su despertar en un mundo arrasado y sin TV ni apenas agua y luz, resignado a un modo de vida de los años 50 del siglo anterior, se pregunta realmente si vive en este mundo o está soñando.

En medio de los fragmentos de esta historia, Auster va desgranando la historia real de Brill, su hija y su nieta. Brill se somete a largas sesiones de cine, apoltronado en el sofá con su nieta, analizando las películas desde el punto de vista de cada uno. Uno de los aspectos interesantes de la novela, que nos hace ver películas míticas desde otro prisma.

Auster aprovecha para criticar el "american way of life" en la historia surgida de la imaginación de Brill. Uno de los personajes que intenta explicar lo que está pasando al soldado Brick retrata un panorama nítido: "Al principio fue dificil. ¡Sin TV Dios mío!. Pero luego se empieza uno a acostumbrar y , al cabo de un par de años, resulta preferible el silencio... Ahora llevamos un estilo de vida anticuado y las cosas son como debían de ser hace cien años. Si quieres enterarte de las noticias lees el periódico. Si quieres ver una película, vas al cine"...

Por su parte, el personaje creado por Brill quiere saber y pregunta a sus superiores, que le contestan en lenguaje críptico: "Ni siquiera mis sueños son míos. Me han robado la vida. ¿Quién me está haciendo esto?. ¿Estamos en el mundo real o no?.... Mi sitio es otro... --Está Vd. aquí y es de otro sitio.-- Las dos cosas no pueden ser.-- Es la teoría de Giordano Bruno sobre la infinitud de Dios y sus poderes infinitos que sugieren un número infinito de mundos"...

Auster aprovecha el personaje de su personaje para apuntar que no hay una sola realidad, sino múltiples, no hay un solo mundo sino muchos mundos paralelos. Y en medio de esta confusión, en un mundo que no es el suyo, el soldado Brick recibe la orden de matar a quien ha desencadenado esa guerra civil, que no es otro que el propio Brill, su creador. Pero no es el final claro y lógico de una situación de confusiones y juegos paralelos...

August Brill seguirá viviendo envuelto en la ternura de Miriam y acogiendo el dolor de Katya, como si los tres fueran muñecas rusas que se esconden unas dentro de otras... Y siempre hay tiempo para empezar otra historia...

Paul Auster se ha perfeccionado creando otra vez un mundo en espiral, donde los personajes van creando más personajes que viven sus historias independientes. Y donde la conexión entre ellos es cada vez más compleja y metafísica. El autor se ha superado.