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miércoles, 28 de julio de 2010

SE HACE CAMINO AL ANDAR




 
DE PUENTELARREYNA A LOGROÑO: 
GIGANTES Y VIEJAS BEBEDORAS...


   Queda atrás Puentelarreyna, y el caminante sigue su camino a través de calzadas romanas y pueblos de leyenda. El río Salado separa  Cirauqui de Lorca, la antigua Larre y en sus orillas saqueaban a los peregrinos "engleses e otras malas gentes".  El Camino continúa desde  de  Mañeru a Cirauqui, que rivalizaron durante muchos años por fijar sus "fronteras". El problema se resolvió de la forma más sencilla: una apuesta. Una anciana de cada localidad bebería vino del cántaro que le llenarían los rivales, y la que más bebiera establecería los límites de su pueblo. Pero  los de Mañeru jugaron sucio: introdujeron en el cántaro de su rival una rata muerta. La de Cirauqui bebió hasta agotar el cántaro. Y fue ésta última la que ganó el duelo, aguantando más que la de Mañeru. Y decidió dónde debía estar el límite de su pueblo. Decisión que acataron los rivales sin rechistar.  Tras la prueba, los de Mañeru preguntaron a la ganadora si había encontrado algo especial en el vino. "Pues estuve a punto de perder la apuesta  cuando se me atravesó como un "moscón" en la garganta"... Ahí dejo la anécdota para que el peregrino la conozca...


   Cruzando el río se llega a Lorca, la árabe Al- Aur-que,  cuyo nombre significaba "batalla". Desde aquí se llega a Villatuerta donde hubo un hospital de peregrinos del que hoy no queda nada.  Siete kilómetros más adelante, Estella, la Lizarra de esplendorosa simbología estelar Y allí se levanta la iglesia de la Virgen del Puy de claras similitudes con su homónima francesa. De hecho, si se superpone el plano de la ciudad sobre de Le-Puy gala, coinciden los monumentos, los meandros del río y hasta el trazado de las calles. Lizarra, el nombrte vasco de la ciudad, significa "Estrella". El nombre recuerda la leyenda de una lluvia de estrellas que cayeron sobre un cerro cercano. Y allí se descubrió la imagen de la Virgen del Puy, escondida en una cueva. No se pudo trasladar la imagen hasta el pueblo, y allí mismo hubo de construirse la iglesia para acoger la milagrosa imagen. 
 
    Antes del descanso y del buen yantar que espera al peregrino, debe visitar el  Palacio de los  Reyes de Navarra, (Iqda.), hoy convertido en Museo y tapizado de maderas  y molduras modernistas que, además, desprenden un olor a madera fresca por todo el lugar.  Frente a él, la Iglesia de San Pedro de la Rúa, (dcha.) con su magnífica escalinata de piedra y un claustro donde, al igual que en Silos, entre las columnas de doble factura, existe una con tres serpìentes entrelazadas que se mezcla con  el conjunto sin alterarlo... ¿Por qué?. (Foto izq.: /www.sasua.net.- Foto dcha.: etablissements.ac-amiens.fr)

   En su interior dos tumbas:   la del infante Teobaldico, que murió al caer de los brazos de su aya desde las almenas del castillo de la Atalaya. Dicen que su nodriza cayó tras él intentando alcanzarlo.(Más bien creemos que se suicidó, pensando en el castigo real, o que fue condenada a muerte por ese descuido). La otra tumba es la del Obispo griego de Patrás, portador del gran misterio que llevaba con una reliquia de San Andrés, al que se adoptó como patrón del pueblo. Sorprenden también la iglesia gótica de San Miguel y la del Santo Sepulcro.


  Fuera ya de Estella, vuelven a encontrarse las señales del enfrentamiento entre Roldán y el gigante Ferragut, el Fierabrás de los cuentos infantiles, cuya leyenda nace en la mítica dinastía carolingia, que -sin tener sangre real- suplantó a la merovingia, considerada  descendiente de la última rama del árbol de Jesé, y  de la dinastía de David... Carlomagno, empeñado en ser investido con la corona lombarda y en poner en el pomo de su espada Gaudiosa, -que empuña en el dibujo-  la pica de Longinos que atravesó el pecho de Cristo muerto en la Cruz, tenía que demostrar que ni él ni sus parientes, como Roldán,  podían luchar contra cualquier guerrero, sino contra gigantes y y descendientes del linaje de Goliat. Y ese era Ferragut, de origen sirio, que vivía en  Nájera y había vencido ya  a algunos pares de Francia, como Ogier y Reginaldo de Montalbán. Roldán se enfrentó a él tras una discusión por sus distintas religiones, y  mató al gigante con un lanzazo en el vientre, poco "correcto" porque un caballero siempre debía ir al corazón. El mítico y desigual combate fue reflejado por los canteros en numerosos capiteles de los claustros navarros y riojanos...

   El Camino sale de Estella y sube el Montejurra hasta el Monasterio visigótico de Irache, uno de los más antiguos de Navarra. Su nombre significa "lugar de helechos"Que alimenta una curiosa leyenda sobre la bilocalización de su abad San Veremundo.El claustro tiene una peculiaridad: se empezó a construir antes del Concilio de Trento y se terminó después, Y se pueden apreciar, en la mitad más antigua, capiteles con escenas eróticas y escatológicas que en el resto ya no pudieron tallar los canteros. (Foto: sobreespana.com)

  Urbiola, Los Arcos, Sausol, son las siguientes paradas, hasta llegar a  Torres del Río, donde la Iglesia de  Santo Sepulcro, tenía una linterna  en el centro de su cúpula sexagonal sostenida por  las hojas de palmera de piedra, cuyo tronco baja hasta el suelo en columnas laterales. A esta extraña construccion se la llamaba "la linterna de los muertos", porque en el centro del suelo se hacía hoguera cuando moría algún peregrino...


  Y el caminante llega a Viana, donde murió César Borgia, hijo del Papa Alejandro VI que le invistió cardenal, y cuñado del rey de Navarra que le nombró capitán de los ejércitos reales. Murió en una emboscada a las afueras de Viana, y quiso ser enterrado en el atrio de la Iglesia de Santa María , "para que todo creyente que entrara en el templo pisoteara su tumba"...Al salir de Viana, el caminante puede acercarse a las Charcas, donde se supone que las brujas hacían sus famosos aquelarres y se reunían los "Monjes Malos". Para llegar a las cuevas habrá que pasar junto a la ermita de la Virgen de la Cueva, que cuidaban los llamados "Monjes Malos"... No hemos podido averiguar por qué si no fuera porque permanecían  junto a las brujas en las jornadas de aquelarre....

  Y siguiendo el camino adelante, salimos de Navarra y entramos en La Rioja hasta la capital, Logroño,  cuyo nombre parece asociado al del dios celta Lug.  Es el fin de esta etapa. De la ciudad hablaremos otro día...


(Foto inf.:perh.lacoctelera.net)

sábado, 12 de junio de 2010

SE HACE CAMINO AL ANDAR




DE PAMPLONA  A PUENTELARREYNA,
ENTRE BRUJAS Y LEYENDAS

       Cuando el peregrino sale de Pamplona lo hace atravesando el escenario de la batalla de Carlomagno contra el rey moro Aigolando, donde dicen las crónicas que "murieron ciento mil moros".

   Es posible que el caminante sensible a fuerzas inexplicables, haya sentido en los montes navarros la presencia del Marimunduko, una fuerza sobrenatural que no tiene forma, que nadie conoce y que sólo pueden ver los elegidos. Es una luz, una lengua de fuego, un rayo que atraviesa los caminos rápidamente, siempre en dirección al misterioso Monte Aralar donde se concentran todas las fuerzas telúricas de esta región. Los pocos que dicen haberlo visto pasar, aseguran haber sido invadidos de una plena energía positiva.

      Cerca del Camino, tomando en la carretera de Logroño un desvío a Vitoria, hay tierra de brujas.  Allí está el Dolmen de Sorginetxe o Casa de la Bruja, donde dicen que persiste una energía  mágica. Y dicen que por estos pagos puede uno encontrarse de repente con algún jentillak, el duendecillo de los bosques navarros  que cocina en los troncos huecos de los árboles secos. Por eso a estos troncos se les llama en Navarra  jentillak sukaldea o cocina de los geniecillos...
     Desde Pamplona el Camino cruza el Portal de Taconera y se dirige a Astraín, "estrella " en vasco, elemento que se repite en muchos lugares a lo largo de la ruta jacobea. No en vano, el escudo de la villa se compone de tres estrellas rojas y brillantes. Desde aquí, el Camino se suaviza y conduce así hasta Puentelarreyna, donde se juntan los peregrinos que llegan de Somport con los que bajan de Roncesvalles


    A la izquierda del camino hay que visitar la iglesia de Santa María de Eunate, una iglesia de irregular planta octogonal, con el claustro por fuera y rostros monstruosos de atlantes tallados en sus canecillos. En el centro de la Iglesia, colocados bajo el vértice de su cúpula, se reciben todas las energías del lugar, especialmente cargado. (Foto: trivago.es)

    Sobre Eunate existe otra leyenda: en su interior se descubrieron varios enterramientos, entre ellos el de una dama cuya identidad se ignora, que fue enterrada con la cabeza introducida en el hueco tallado de una piedra. Por eso el templo, fue denominado durante siglos "la capilla funeraria" de Eunate. Nadie ha podido averiguar la identidad de los allí sepultados. (Foto:adiezarnal.com)

  Para llegar a Eunate hay que atravesar  Cizur, que fue encomienda de la orden de San Juan de Jerusalén en el siglo XII, cuando existía allí un gran Hospital de Peregrinos, del que hoy no queda nada. Pero sí quedan las leyendas en torno a al famoso obispo Turpín, protagonista del Códex, que, dicen, se reunió aquí con Carlomagno, antes de la batalla contra Aigolando.. A continuación se atraviesa Zariquiegui, donde puede observarse un tosco crismón en la portada de la iglesia de San Andres. A la salida del pueblo, la Fuente de la Reniega ofrece agua al peregrino ignorante de que, según la leyenda, el demonio les espera allí para hacerles renegar de su fe... (Foto:claustro.com)


   Y, al fin, el Caminante cruza el puente secular de adoquines brillantes, reservado exclusivamente para paso de los peregrinos, y entra en Puentelarreyna, la antigua Ponte Arga o Ponte Regina, en memoria de quien ordenó su construcción en el siglo XI, doña Mayor, esposa del rey Sancho el Mayor.  En 1090 ya consta la ubicación en esta villa de una colonia de francos, pero fueron Alfonso I el Batallador y García IV quienes impulsaron el asentamiento en torno al puente. Don García puso la ciudad en manos de los Templarios en 1142,  y su comendador Fray Grison se comprometió a acoger a los peregrinos gratuitamente. (Foto:pampelune.com)

   Se sabe del asentamiento del Temple. Pero no se sabe el misterio que rodea al Cristo crucificado de la Iglesia del Crucifijo, en inexplicable postura sobre un tronco de árbol sin desbastar, con forma de pata de oca, es decir de Y con un madero en el vértice central que prolonga el mástil a modo de tridente.  El Cristo está clavado con los brazos hacia arriba y no en paralelo al cuerpo. Nadie sabe la razón de esta talla del siglo XIV de estilo germánico, pero sí se adivinan mensajes crípticos en ella, en una época en que cualquier interpretación libre de los sagrado era considerada herejía y merecedora de hoguera. Debemos, no obstante, recordar que la pata de oca, la Y con tercer brazo en medio, era el símbolo de las hermandades de canteros creadas por el Temple en la Baja Edad Media. Pero los canteros trabajaban la piedra, no la madera ni tallaban imágenes ni adoptaron nunca el estilo germánico.  ¿Qué misterio guarda, pues, esta imagen o qué mensaje quisieron dejar los "freires" templarios?...

    El peregrino también debe orar en la Iglesia de Santiago, del siglo XII, que guarda una hermosa talla en madera de Santiago Peregrino y, en un altar lateral, la imagen policromada de la Virgen del Puy o del Pájaro-chory.  Según una vieja leyenda, esta imagen estaba colocada en una hornacina del puente. En las fiestas marianas, llegaba volando hasta ella un chori, pájaro en vascuence, que limpiaba la estatua  con su pico ante el asombro de los testigos. En 1843 la imagen, deteriorada por la intemperie, fue trasladada al interior del templo donde hoy continúia. Desde entonces, nadie volvió a ver al pájaro-chori por estos pagos ni a escuchar su canto... (Foto:oficina.e.telefonica.net)

   El Caminante puede descansar tranquilo, antes de cubrir su próxima etapa entre reyes y hechos milagrosos con luces extrañas...


lunes, 12 de abril de 2010

SE HACE CAMINO AL ANDAR




RONCESVALLES-PAMPLONA


  Es la ruta de los lamentos de Roldán, de las lanzas floridas carolingias, de traiciones y  sonidos agónicos que lleva el eco.  En Valcarlos, la antigua Ostabat, la antigua Luzalde dedicada a Lug, el Dios sin Nombre de los iberos, descansó Carlomagno esperando a su prefecto Roldán y a los Doce Pares de su reino,  que nunca llegaron. Allí suavizó la espera jugando al ajedrez con Ganelón, el traidor que vendió a su ahijado por un poco de gloria.

   Es el valle donde animales, árboles y piedras se estremecieron al escuchar el olifante de Roldán, pidiendo ayuda a su rey cuando se encontró acorralado por el enemigo. El cuerno que todo caballero debe llevar en la batalla, en justas y en cacerías, hecho habitualmente de colmillo de elefante o de cuerno de buey. Pero el de Roldán era especial: estaba fabricado con el cuerno del uniconio. Nadie se cree que este animal mítico existiera, pero hay una constancia escrita que revela que lo poesía Elmidán, el hermano del rey Guitalin de Sajonia, a quien Roldán se lo sustrajo. 

   Consiguió así un cuerno que sonaba distinto de los demás, su sonido llegaba mucho más lejos, y sonaba diferente según fuera el estado de ánimo de quien lo tocaba.  Pero tenía una maldición: traía la desgracia a quien lo hubiera conseguido con malas artes y a los espíritus indignos.El sonido extraño del olifante de Roldán fue el que alertó a Carlomagno del peligro en que se hallaba su prefecto que, según la leyenda, de tanto esfuerzo por hacerlo sonar murió con las venas reventadas, junto a su enemigo el rey Marsilio de Zaragoza, su fiel Oliveros y los Doce Pares del reino..  (Foto: panageos.es)(Pintura: hotelsanchoabarca.com)

   Entre hayedos y robledales se baja hasta Roncesvalles,  donde el Códex Calixtinus sitúa el gran combate entre francos y árabes. Dicen que la Iglesia de Roncesvalles (arriba) está construída precisamente sobre la gran piedras en la que Roldán intentó romper su espada Durandarte cuando se vio derrotado. Carlomagno mandó levantar una Cruz de Piedra que allí permanece vigilante recordando la tragedia.  La antigua Hospedería y Hospital de Peregrinos (arriba, junto a la Iglesia) hoy es una Colegiata que guarda tesoros sorprendentes: la Preciosa, el evangeliario del siglo XII de los Reyes de Navarra, el relicario de esmaltes llamado "El ajedrez de Carlomagno", sobre el que jugaron la partida el rey franco y el traidor Ganelón. Y la gran esmeralda del moro Miramamolín, derrotado en la batalla de las Navas de Tolosa, una de las gemas más grandes del patrimonio español. También guarda la Sagrada Familia de Morales, o las babuchas del obispo Turpín, el mítico protagonista del Códex.  Allí permanece  el sepulcro de Sancho  el Fuerte, del siglo XII, que llama la atención por el tamaño de su estatua yacente: 2,25 ms. que era la estatura real del monarca lo que le acarreó el apodo.  Junto a su sepultura, cuelgan las mazas de hierro y las cadenas con que rompió las murallas del castillo de la Navas que defendía Miramamolín.

    Caminando hacia Pamplona atravesaremos Larraosaña, lugar maldito por ser concentración de agotes, los leprosos que expulsaban de las villas y urbes y concentraban en lugares aislados e inhóspitos. Loa hayedos aquí se vuelven más smbríos y oscuros que el resto del valle del Baztán. Podemos pedir a los lugaremos una rotilla madlita y continuar el camino con la alifara o merienda en la mochila. Reconfortados entramos en la antigua Pampilonia o Pompaelo  en honor de Pompeyo. La ciudad que resistió a Carlomagno y acogió al gigante árabe Argolando, del que oiremos hablar en distintas etapas del Camino.

   En el antiquísimo claustro de la catedral, el caminante  se encontrará con la antigua Cocina gótica del Peregrino, con cuatro chimeneas de 27 ms. de altura y un tragahumos central.  Allí se cocinaron en tiempos medievales cientos de raciones diarias para las interminables oleadas de peregrinos que llegaban a la capital navarra. Y en el interior del templo, las tumbas de Carlos III de Navarra y su esposa Leonor de Trastamara, retratados fielmente  por el escultor en los rostros de sus estatuas yacentes. 

   Y completada esta etapa, el peregrino puede darse al buen yantar y al descanso merecido, esperando que las leyendas malditas no le traigan pesadillas. Que también pueden traerlas  las pochas a la navarra si el caminante se atreve a comerlas antes de acostarse.