domingo, 20 de diciembre de 2009

SAL O PIMIENTA




EL LENGUAJE DE LOS POLÍTICOS

     Voy a posicionarme sobre este tema, que me parece una problemática de interés público y privado. O sea, voy a tomar una postura absolutamente crítica contra los políticos de hoy, que nada tienen que ver con los de antaño, los que lucían hábil oratoria y argumentaban convincentemente, con voz pausada y sin crispaciones.

    Porque hoy el político, como el adolescente, tiene un lenguaje reducido a unas 2.000 palabras que utiliza para todo, sin saber siquiera lo que es un sinónimo. Por ejemplo, la palabra posicionamiento, hartamente repetida en lugar de posición o postura, que son palabras tan correctas como ella pero de más rancio abolengo y más frecuente uso. Los posicionamientos -palabra que suena a cachondeo y folganza- los políticos los toman en base a algo, o sea basándose en o en función de... Los planes de estudios de las últimas décadas parecen haber inoculado un rechazo visceral a los gerundios y a las palabras simples, empobreciendo el lenguaje y, sobre todo, complicándolo al imponer las acepciones más rebuscadas y largas. Y cuanto más complicadas de pronunciar, mejor. Otro ejemplo es el de los problemas o escollos de un asunto. Todo son problemáticas, dejan de ser problemas, escollos, obstáculos, asuntos o planteamientos. Para todas estas palabras y situaciones se utiliza, exclusivamente, la problemática, que es sustantivo general para todo, lo mismo que temática.

    Las bombas explosionan hoy en lugar de explotar o estallar. Hay que reconocer que, en este caso, el verbo utilizado modernamente es correcto, pero también lo son los dos citados posteriormente, aunque el de 'explotar' también se utilice para dar cuenta del abuso en exigir servicios o trabajos a una persona. El cacique explota al trabajador. Pero una bomba también explota... Pero explosionar parece más sonoro, habida cuenta del ruido que causa la acción descrita por el verbo.

      Si entramos en materia religiosa, para qué hablar. Un funeral, un Tedeum, una misa o un responso se celebran siempre, en boca de estos pobres de verbo. Pero los funerales o los responsos se ofician, que para eso existe la descripción oficio religioso en cuanto a ceremonias litúrgicas relacionadas con situaciones que nada tienen para celebrar. Sí se celebra, en cambio, un Tedéum, que es ceremonia de alegría y acción de gracias.


    Y luego vienen las frases mal construidas y las faltas de sintaxis. El presidente del Gobierno, en su comparecencia en TV ante cien ciudadanos que le preguntaron -no sé si lo que quisieron o lo que les permitieron- dijo sobre Navarra que "cualquier fabulación o fantasma sobre el asunto es totalmente falso"... ¿Qué es falso?. ¿La fabulación?. Pues claro, todas las fábulas sabemos que son falsas, si no no serían fábulas. ¿Los fantasmas?. Pues lo mismo digo. (Aunque hay personas que dicen que haberlos háylos). ¿No se habría explicado mejor diciendo que "cualquier presunción o rumor es falso"?. Dicho todo en un discurso esdrújulo... O sea, que esdrujulea cuando habla. "Ésta es la ópinion de núéstro gobierno sobre esta éspinosa próblemática..." .

Esto es sólo una reflexión breve. Hay más. Pero será otro dìa...

 (Dibujo superior:cei.cl.com)




4 comentarios:

Oscar dijo...

Hece demasiado tiempo que la politica perdió el encanto para mi...
SOn una banda de mentirosos e interesados

ANRAFERA dijo...

Para mí no tiene encanto ninguno. La Politica es el arte de engañar.
Saludos.

meg dijo...

Oscar, yo no voto desde el 86. Fíjate lo que yo me fío de los políticos y del destino de mi voto...

Esa pandilla de interesados no juegan más con mi voto, que no cuenta para nada habiendo (incluso contra natura) pactos y tránsfugas...

meg dijo...

Anra, yo no he pretendido transmitir encanto, sino todo lo contrario. Esta panda de mentirosos, al menos podía cuidar el lenguaje. Pero hasta eso les trae al pairo... ¡Vaya tropa!dijo Romanones. Yo diría ¡vaya chusma!.