domingo, 17 de junio de 2007

Sal o pimienta

Supe de él por una entrevista publicada en 'El País' en diciembre del 2006. Hoy he vuelto a conocer más de su personalidad. Se llama Daniel Dennet, director del Centro de Estudios Cognitivos de la Universidad de Tufts (Boston). Es otra de las personas que deberían multiplicarse. Dennet dice llevar toda la vida "buceando en los laberintos de la conciencia". Y es un divulgador de la teoría de la evolución desarrollada por Darwin. Considera que el investigador inglés ha sido el pensador más importante de la Historia, que ha hecho posible creer en una vida surgida de cosas no vivientes, en una conciencia desarrollada a partir de seres no conscientes. Porque la conciencia también evoluciona, como lo hacen las amebas, las neuronas y las especies animales. Considera que la idea de Dios aparece por la necesidad humana de encontrar una causa detrás de todo lo que se mueve. "Las religiones surgen para explicar todo lo que de otro modo no se podría explicar y, de paso, sirve para reconfortarnos frente al sufrimiento y el miedo a la muerte... Y para encontrar un sentido a la vida". Pero advierte de que, a veces, la religión se comporta como el cáncer y alcanza formas tóxicas que se propagan arruinando la vida de las gentes. Reflexiona sobre un Ser Superior, diciendo que sólo hay que cambiar la palabra Dios por lo que quiera que creó la Humanidad, posiblemente la evolución. "Porque la libertad evoluciona, pero no es un milagro que viene de Dios sino algo que viene de otro lugar y a nuestros ancestros me remito: la libertad de la bacteria para moverse, la del anfibio para salir del agua y caminar, la del pájaro para volar. Pero el pájaro tiene la mente limitada y eso condiciona su libertad. No puede pensar en el futuro como nosotros". Finalmente, resume su fe: "Puestos a creer, creo que los hombres y seres vivos estamos aquí, en un pequeño planeta del sistema solar, en una galaxia en medio del tiempo...Es maravilloso y estaría bien que existiera alguien a quien poder dar las gracias. Pero no existe... Como creo que no hay nadie a quien agradecérselo, la mejor expresión de nuestra gratitud es dejar el planeta en las mejores condiciones posibles a las generaciones que vienen detrás de nosotros.". Después de conocerle, necesito leer su obra: "La conciencia explicada", "La libertad evoluciona" o "Rompiendo el conjuro"... Ya os contaré.

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