domingo, 15 de julio de 2007

Cocinerías

Receta de la semana: LUBINA A LA SAL

Esta receta os sirve lo mismo para la lubina, la dorada, la merluza, la rosada o el reo. Necesitáis un kilo o dos, según el tamaño del pescado, de sal gorda, aceite y agua.
Colocáis la sal en un cuenco y la regáis con agua. Forrad, mientras, el fondo de una bandeja de horno con una capa de sal espesa, mojándola si es necesario para que se compacte. Luego colocad el pescado entero, sobre el lecho de sal. Podéis decir al pescadero que os quite la espina central de la lubina, y entonces la colocáis cerrada, como si estuviera sin abrir. Regadla con unas gotas de aceite de oliva. No se os ocurra añadirle sal. Cubridla totalmente de sal gorda, compactándola con agua constantemente, hasta formar una cúpula de sal perfectamente cerrada y dura, por la que no entre aire al pescado. Introducidla en el horno precalentado al máximo y mantenedlo a temperatura media. Cuando la sal se haya convertido en un bloque duro que no admite la entrada del cuchillo, estará en su punto.
Sacadla del horno, partid la costra de sal con ayuda de la maza de un mortero y un cuchillo. Retirad toda la sal, y separad los lomos de la lubina. Servidlos limpios en los platos, sin gota de sal. Generalmente se acompaña de salsa alioli, porque el pescado está simplemente cocido en su jugo, sin aderezo alguno que le dé más sabor. Plato rápido e ideal para regímenes 'antilorzas.'

2 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Yo a hacía poniendo el pescado directamente sobre la bandeja y cubriéndolo de sal luego por todas partes, menos por abajo. Y se me pegaba a la bandeja aunque la engrasase. El ponerle el lecho es el truco que me faltaba. Gracias.