Cajón de sastre para elegir: curiosidades de un gourmand en torno a la mesa y sus recetas... Un espectador ante el TV... Un ciudadano sobre sus políticos... Un vecino sobre su ciudad, su lenguaje y sus costumbres... Un lector os comenta libros y un cinéfilo os habla de películas... O sea unas veces sal y otras pimienta.
Sinopsis: 1999: La guerra civil de Sierra Leona asola el país y sus habitantes son masacrados por los señores de la guerra que controlan las minas de diamantes. Un padre (Djimon Hounsou) es separado de su mujer y sus hijos y esclavizado para trabajar en las minas. Un mercenario (Leonardo Di Caprio) descreído y sin escrúpulos, que vende armas a los genocidas a cambio de diamantes, ambiciona el diamante de gran valor encontrado por el nativo, que lo ha escondido antes de que el líder guerrillero descubriera su existencia. En medio de ambos, una periodista norteamericana (Jennifer Connelly) que ha viajado hasta allí para denunciar el genocidio. Los tres acaban haciendo cuerpo para que el mercenario rescate a su familia gracias a la posesión de la gema. El mercenario, concienciado por lo que ha vivido, renuncia a ella para que rehaga su vida en otro país. Él se ve recompensado por el amor de la periodista...
Crítica: Qué bonito, ¿verdad?. Pues la peli tiene su punto de denuncia (bastante más, desde luego, que la de Banderas y Jennifer Lopez con la descafeinada y timorata "La ciudad del silencio") y te deja un no sé qué que, a partir de ahora, te impedirá preguntar de dónde viene ese diamante minúsculo que quieres comprar para la pedida de tu novia.... Lo que pasa es que nosotros no compramos diamantes. Y los que los compran, son indiferentes a su procedencia. Pero, de cualquier manera, bien está la denuncia de los conflictos regionales y de sus causas, y del por qué de los genocidios en todo el mundo.
Esta película ha pasado sin pena ni gloria por culpa, al parecer, de la propia industria del diamante, perjudicada por la denuncia y que se declara al margen para no destinar beneficios a estas regiones. Por cierto, paralelamente al estreno de la película, se estrenó un documental sobre el tema, "Sangre en la piedra", presentado por un periodista africano que denuncia el conflicto de los diamantes, el inútil Proceso Kimberley (por el que se prohíbe el comercio de estas piedras procedentes de zonas en conflicto), la existencia de minas ilegales en Sierra Leona y en el Congo y un retrato de la situación de los niños soldados, muy bien reflejada por cierto en la película con los avatares del hijo del protagonista, a quien el señor de la guerra adiestra para olvidar a su familia, odiar y matar. Es, quizá el personaje con más fuerza de la película. El periodista local que presenta este documental, Sorious Samura, es el asesor de la película. Por tanto, algo de valor tiene. Vale la pena verla, aunque sólo sea por concienciarnos sobre uno de los genocidios más importantes del momento al que nadie hace caso: el de Sierra Leona.
Como está ocurriendo en Darfur. Pero sobre éste nadie ha hecho todavía una película.
4
comentarios:
Anónimo
dijo...
La película, efectivamente, está bien. Podría haber profundizado aún más en el conflicto, pero de todos modos estoy de acuerdo en que es bastante más valiente que la de Jenifer López y Banderas. El documental, efectivamente, es espeluznante y vale la pena buscarlo.
Me alegro de encontrar un seguidorque ha visto las dos realizaciones. Yo creo que, aunque débilmentem, han conseguido su objetivo de denunciar la situación. Podrían haber perfeccionado la historia ampliando al entorno de los personajes, pero aún así me parecio estupenda.
Diamantes de Sangre, en mi modesta opinión, me parece un peliculón y que todo el mundo debería de ver. Interesante concienzarnos sobre estos temas. Saludos. http://www.ramonferrera.blogspot.com
Por eso aludo, ramon, a los que compran diamantes aquí en Europa, por ejemplo, sin pensar en si son legales o producto de estos señores de la guerra que habría que exterminar.
Y todo se ve claramente en la actitud con el niño.
"El presupuesto debe equilibrarse,el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada,
y la ayuda a otros países debe eliminarse, para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado."
Esta que aquí os escribe es la autora de los aciertos y de los desaguisados de este blog, hecho con afición y divertimento. Soy periodista añeja, como el vino, aficionada a la gastronomía y al cine y a la lectura y a ...miles de actividades. Y procuro encontrar nuevas secciones, acoger nuevos forasteros y aumentar el número de bloggeros. Y unas veces acierto y otras erro. Pero, de cualquier manera, nunca hay mal que por bien no venga. Junto a mí, colaboran David y Begoña, que también aportan su granito de arena al éxito de la página. Ellos buscan temas, sugieren y ponen las imágenes. Y yo lo pongo negro sobre blanco. Así que encantada de conoceros, internautas. Aquí MEG, para serviros
4 comentarios:
La película, efectivamente, está bien. Podría haber profundizado aún más en el conflicto, pero de todos modos estoy de acuerdo en que es bastante más valiente que la de Jenifer López y Banderas. El documental, efectivamente, es espeluznante y vale la pena buscarlo.
Me alegro de encontrar un seguidorque ha visto las dos realizaciones. Yo creo que, aunque débilmentem, han conseguido su objetivo de denunciar la situación. Podrían haber perfeccionado la historia ampliando al entorno de los personajes, pero aún así me parecio estupenda.
Diamantes de Sangre, en mi modesta opinión, me parece un peliculón y que todo el mundo debería de ver. Interesante concienzarnos sobre estos temas. Saludos.
http://www.ramonferrera.blogspot.com
Por eso aludo, ramon, a los que compran diamantes aquí en Europa, por ejemplo, sin pensar en si son legales o producto de estos señores de la guerra que habría que exterminar.
Y todo se ve claramente en la actitud con el niño.
Gracias Ramón por tu visita
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