jueves, 29 de noviembre de 2007

Sal o pimienta

La chica de Qatif

Es una chica de Arabia Saudí que necesita la solidaridad del mundo entero. La ofensa que ha recibido resulta indignante, como todo lo referente a la rigurosidad con la mujer de la Ley Coránica.

La chica de Qatif tiene 19 años. Hace un año fue prometida a un joven. Para no tener problemas con su novio y su familia, le pidió a un compañero de instituto que le devolviera unas fotos de ella en una excursión. Cuando ambos amigos estaban en el interior del coche de él, una pandilla de individuos les asaltaron y condujeron el coche hasta un descampado, donde violaron hasta siete veces a la chica de Qatif.

Cuando ésta volvió a casa, su familia puso el caso en conocimiento de las autoridades religiosas. Una chica violada es un deshonor para su familia. Y un tribunal de Arabia Saudí la condenó, por haber estado en el interior de un coche con otro hombre que no era su prometido, a cien latigazos. La pena fue recurrida. Pero el Tribunal de Apelación la duplicó: 200 latigazos le van a dar en los próximos días a la chica de Qatif. Y el abogado que la defendió ha sido inhabilitado para ejercer su profesion. El tribunal ha basado esta decisión en la actitud del abogado de dar a conocer el caso a la prensa. Ahora, la chica de Qatif espera que se cumpla la sentencia.

Veinte días después de recibir el mismo número de latigazos, otra chica saudí estuvo sin poder sentarse ni acostarse bocarriba más de treinta días. Hilary Clinton ha pedido al presidente Bush que interceda por la chica de Qatif y las autoridades de Arabia Saudí, el país amigo, suspendan la ejecución de la sentencia. Pero Bush de momento no ha movido un dedo. Ni Sarkozy, ni la Merkel, ni Zapatero, ni Prodi... El amigo saudí abastece sobradamente de petróleo a los amigos occidentales a quienes no les importa la chica de Qatif...

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