sábado, 15 de marzo de 2008

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Un libro: "LA MAREA HAMBRIENTA".- Amitav Ghosh .- Trad.: Agustín Vergara.- Emecé, Barcelona 2005 .- ISBN: 84-95908-99-9

Es una novela de aventuras ralentizadas por la filosofía oriental. Saga familiar, cuajada de detalles que revelan el modo de vida de un pueblo condicionado por los manglares, la humedad, el aislamiento insular y hasta los tigres de Bengala: En una estación de tren dos desconocidos entablan conversación. Ella, Piya, es una bióloga estadounidense hija de hindúes, que viaja a las Sundarbans -en la frontera entre Bangla Desh y la India- buscando una especie rara de delfín de agua dulce. Él es Kanai, un traductor y empresario de Nueva Delhi que viaja a las islas a petición de su tía viuda para entregarle un diario que su marido escribió para el joven. A partir de ahí, siguiendo los diferentes destinos y aventuras de ambos, conoceremos la forma de vida de las Sunderbans, un conjunto de islas en el delta del Raimangal, cuyos ciclos de vida están condicionados por las subidas y bajadas de las mareas, que, a veces, sepultan y arrasan las islas en momentos de fuerte tormenta. Y conoceremos la vida de Fokir, el barquero que contrata Piya que siempre será su salvador en momentos peligrosos, de Nilima, la tía de Kanai, de Kusum, su marido muerto... Y acabaremos descubriendo los nexos que unen a Fokir, Kusum, Kanai, Nilima, y hasta la relación sentimental con la propia Piya. El comienzo de la novela te capta. El exotismo de los paisajes en los que se desarrolla la acción y el pasado de esas tierras miserables que acaban evolucionando hacia una cierta prosperidad gracias a un colonizador británico que se asienta en esos parejes. Y hasta se intuye el peligro para sus habitantes de los últimos tigres de Bengala que se esconden en los manglares. La riqueza de las descripciones capta al lector, aunque en algún momento indeterminado, el relato se hace lento, pesado. No se encuentra la causa, cuando la prosa es clara. Pero, quizá, la historia de los personajes no se aclara del todo y sus orígenes se pierden en un pasado diluido, poco definido. Lo mejor del libro, la descripción de la filosofía de los personajes y la diferencia de culturas simplemente bien bocetada.

En uno de los últimos momentos de la novela Piya tiene una conversación con la tía de Kanai: "¿Sabe Nilima?. Para mí mi casa es donde están los delfines"... . Nilima la miró en silencio durante unos instantes. Después rió: "Esa es la diferencia entre nosotras. Para mí mi casa es donde pueda prepararme una buena taza de té".

Otro detalle de este encuentro de culturas es la rivalidad entre la occidental Piya y la mujer del barquero Fokir, enfermera en el hospital del manglar que estudia para conseguir su título de médico, que cree que su marido se está enamorando de la bióloga. La enfermera quiere occidentalizarse profesionalmente, pero nunca intentará cambiar las costumbres de su casa ni el tradicional sometimiento de la mujer al marido, ancestral en la India, que la vuelve incapaz para hablar cara a cara con su marido. Entretanto, la subida y la bajada de la marea es capaz de causar estragos en la vida de los personajes, pero nunca logrará romper el pasado ni la solidaridad.

Un libro, pues, recomendable para los amantes de la cultura oriental y de sus costumbres. Pero que nadie se llame a engaño. Es una novela de aventuras ralentizadas por la filosofía oriental.

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