domingo, 14 de septiembre de 2008

De vez en cuando un poema







"SPLEEN"

Pluvioso, irritado contra la ciudad entera,
vierte, de su urna, en olas un espantoso frío
a los pálidos huéspedes del cementerio próximo,
y reparte la muerte en los brumosos barrios.
En su cojín, mi gato se agencia una litera
y su flaco y sarnoso cuerpo agita sin pausa;
en la gotera vaga el alma de un poeta
con el triste susurro de un espectro aterido.
Redobla la campana y el humeante leño
acompaña en falsete al péndulo resfriado,
mientras en la baraja llena de olores rancios,
desagradable herencia de una hidrópica vieja,
la sota de corazones y la dama de picas
charlan siniestramente de sus muertos amores.


" Les fleurs du mal".- Charles Baudelaire)











3 comentarios:

Anónimo dijo...

meg querida, la verdadera revolución la hacemos todos los días los poetas, no te quepa duda

te abrazo con cariño

s

meg dijo...

No limites las ansias de revolución sólo a los poetas. Los hay que escribían sin ánimo alguno de revolucionar nada.
La verdadera revolución la hace el hambre. Y sino, mira para atrás...

meg dijo...

¿Qué pasa con tu blog?. No hay manera de entrar ahora, porque me sale uno de "ana" que no da otra cosa que un recuadro escueto y página en blanco.

Me estoy perdiendo tus escritos, mecachis.