domingo, 16 de agosto de 2009

MARUJERÍAS


EL INFLUJO DE LA LUNA

El magnetismo lunar influye sobre las mareas, sobre la polaridad y también en nuestro organismo. La Luna actúa en nosotros a través de su luz y su magnetismo, que cambian en cada una de sus fases, afectándonos de diferente forma y en distintas actitudes.

LUNA NUEVA:
En estos tres días hay una mayor conexión entre el consciente y el subsconsciente, las emociones y las ansiedades están controlada y el organismo elimina los líquidos sin problemas.

Es el momento para meditar o hacer yoga. Hacer una cura depurativa a base de frutas y zumos porque el organismo se limpia más fácilmente en estos días. Escribir los sueños, que serán simbólicos y, si los recuerdas, debes apuntarlos para revisarlos semanas después.

CUARTO CRECIENTE:
Al ir aumentando la luz lunar, aumenta el poder de atracción sobre el organismo y el cuerpo nota más p
esadez, retiene más líquidos y el ánimo se inclina hacia cambios.

Es la fase propicia para: iniciar una nueva actividad (la que
sea), realizar tareas que requieran esfuerzo físico, reponer energías, pero no es buen momento para empezar una dieta. Cuidarse la piel, que absorbe mejor la humedad en esta fase lunar y aplicarse cremas, tratamientos y vitaminas. Es el momento ideal para cortarse el pelo, que luego crece más rápido y sano. Lo mismo con las uñas de pies y manos. Y en este período es mucho más estimulante un masaje que en las otras fases.

LUNA LLENA
Durante estos seis días -los 3 anteriores y los 3 posteriores- la Luna ejerce la máxima atracción sobre el organismo y las hormonas sexuales. Altera nuestro sistema nervioso, provoca jaquecas, depresiones, descontrola las emociones y nos vuelve más perezosos. Valga como muestra que las comisarías de policía refuerzan sus plantillas en los días de luna llena, porque aumentan los delitos.


Es la fase para tomarse un descanso, disfrutar del sexo, dar rienda suelta a la vena artística, recargar baterías con baños de luz solar y lunar, darse algún capricho, conservar la calma controlando la irascibilidad y las compulsiones (por ejemplo, la de las compras). Los sueños suelen ser premonitorios. Al irte a dormir pregúntate algo y al despertar apunta lo primero que te venga a la mente. Y en estos días también debes controlar los excesos en comida, alcohol o ejercicio, porque hay propensión a las molestias físicas y a las indigestiones.

CUARTO MENGUANTE:
La Luna mengua y, lo mismo, nuestro cuerpo mengua eliminando los líquidos y desprendiéndose de lo que le sobra.


Por tanto es buen momento para empezar una dieta de adelgazamiento, practicar deporte y quemar grasas, depurar el organismo con frutas, hacer deporte, beber mucho líquido para drenar el cuerpo, hacerse limpiezas de cutis o masajes de drenaje linfático, ir al dentista o someterse a alguna operación quirúrgica programada, porque en esta fase hay menor humedad en el ambiente y facilita una más rápida cicatrización.



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