viernes, 27 de noviembre de 2009

MARUJERÍAS





¿TU SÍ VALES O NO VALES?


Hay un concurso en una de las cadenas privadas de TV, concretamente en TeleCinco, que se llama "TÚ SÍ QUE VALES". Un programa que suponemos nació como un remedo del Factor X de la televisión británica, que tan buenos momentos nos hace pasar a través de YouTube.


Pues bien, el programa español no se le acerca ni a los forros. Lo más cabreante es el jurado, que hace alarde de un protagonismo tan exagerado que más bien parece que quieren ser ellos los artistas elegidos y no  quienes han de puntuarlos. Su falta de seriedad, sus empeños en subir al escenario quitando protagonismo a losartistas que, mientras tanto, tiemblan  con los nervios del miedo escénico... las payasadas de uno de los miembros del tribunal, que no ceja en inventarse numeritos para hacer reir... las exclamaciones lascivas de una de las jurados cuando ve un torso masculino desnudo ... Son  un conjunto de payasadas y despropósitos desagradables para el espectador que acaba aburriéndose de tanta tontería.  Y así comprendemos que se marchase el único miembro serio del jurado, decepcionado y cabreado por formar parte de tan escandalosa e incoherente tropa.

Uno de los factores más criticables es el desprecio por el concursante, que bastante tiene con aguantar sobre el escenario con los nervios a flor de piel y callado mientras los jurados hablan por los codos entre sí sin dedicarles un mínimo de atención. . Pero lo que resulta inadmisible  es la burla que parecen hacer de los pobres artistas: imitar sus números en el escenario relegándolos  al fondo del decorado. O -como ocurrió en el último programa-  gritar un "Vivan las tetas" después de estar mofándose de la sinuosidad y movimiento sugerente de la cantante de un grupo ( tremendamente ruborizada suponemos que por la vergüenza de sentirse un objeto sexual). Por malo que sea, un artista siempre merece el respeto de quien, al menos, lo ha seleccionado y ha de juzgarlo. Aunque no sea más que por el mal rato que pasan sobre el escenario.

Y resulta inadmisible también el exhibicionismo de cuatro de los jurados (la quinta no lo hace porque está embarazada y suponemos no le apetece) por subir al escenario soltando  una palabrería absurda y atropellada que alarga desesperantemente el programa.


  Pero, después de todo esto, al menos esperas  que el jurado se comporte como tal, olvide sus tonterías y juzgue. Y que lo haga con criterio y sabiendo qué clase de programa es el que dirigen. Pero para colmo de despropósitos, las selecciones son discriminadas, absurdas mezcolanzas de malabaristas, graciosillos, cantantes líricos, bailarines, contorsionistas,.magos, trovadores, coros infantiles y adultos, troupes circenses, caraduras, cantantes valiosos, cantantes gritones, troupes de baile y especialistas en volteretas inclasificables... Seleccionan a unos, rechazan a otros. Unas veces rechazan amparándose en el hecho de una nota desafinada por efecto de los nervios. Y otras aceptan a los que la señora salida (con perdón)  ha hecho cuatro caramoñas con piropos a sus torsos, o se ha enternecido porque es un niño el que canta una copla de Lola Flores, aunque parezca un gato maullando...


Nos preguntamos ante este disparate ¿quién selecciona a estos artistas que llegan hasta el escenario?. ¿Con qué criterio?. ¿Con qué conocimientos?. ¿Con qué sentido común, en ultimo extremo?. ¿Qué quieren conseguir en la final?. Actuaciones de malabaristas, magos, cantantes, bailarines, equilibristas, graciosos, travestis y caraduras van a ser difíciles de puntuar. ¿Va a haber distintas secciones  de números circenses, otra de cantantes, otra de bailarines, otra de caraduras, otra de coros?... Nada se sabe. Nada se intuye. Todo se esfuma de una semana para otra.


Y en medio de toda esta tribu, el espectador se fija en dos bailarines incansables de salsa y cuya bailarina tiene ...¡75! años. Otra  anciana de 80 cantando ópera al estilo de Susan Boyle. Un mariachi  de Triana con acento mejicano perfecto y voz heredada de Negrete. Un conjunto melódico que compone sus propias canciones de amor. Un extraordinario grupo bailando "Nine" o "Chicago" con una coreografía perfecta... Y hasta admitiría a un travesti que se mueve por el escenario con tablas y sentido del humor sobre su condición de tal.  Lo demás... lamentable capricho del jurado para  mofa y escarnio del artista. Y demasiados números circenses y de malabarismos que resultarían muy buenos para el Price pero no para un concurso de éstos.

Lástima que ninguno de los jurados se haya fijado alguna vez en  el programa de la BBC "Factor X" , donde entre algunos personajes estrafalarios escogidos para divertimento del público (pero que nunca son ridiculizados por el jurado) salen verdaderos artistas admirables que te dejan con la boca abierta. En Youtube hemos tenido ocasión de seguir la selección de aspirantes.

Pero, claro, la BBC no es Telecinco. Ni el jurado de aquel concurso (entre los que se encontraba en temporadas pasadas uno de los miembros de Monty Python) es éste conjunto de payasos empeñados en dar al traste con las ilusiones, los nervios y las actuaciones de los aspirantes, haciéndose los graciosos y acaparando protagonismo descarado...¡Si se miraran al espejo con un mínimo sentido de autocrítica...!..

Ellos sí que no valen. Ni para jurados ni para artistas ni para nada...


9 comentarios:

felix dijo...

No te falta ninguna razón. Además de robar el protagonismo al humilde artista que va con el "corazón encogido" encima se mofan de él. Lamentable lo mires por donde lo mires.

Un abrazo y que tengas feliz día.

meg dijo...

Yo sentí vergüenza el otro día que me quedé a verlo, Félix. Era la 2ª vez que lo veía y me abochorné.

ANRAFERA dijo...

Casualmente, realizando zaping, ví algo de este programa. Pasado unos instantes -muy poco- cambié de canal por que sentí "vergueza ajena" al ver a ese "jurado" hacer de...ni ellos lo saben. Bochornoso.
Saludos.

meg dijo...

Anra, sentiste seguramente el mismo bochorno que yo. Y el programa sobrevive intentando convencer de que buscan una figura como la Boyle...

Perikiyo dijo...

No te han temblado las manos ante el teclado. Te habrás quedado en la gloria. Al menos yo, leyendo esta entrada, sí que me he quedado en paz conmigo mismo. Suscribo todas y cada una de las palabras, puntos y comas.
Hace un par de domingos comí en casa de mi suegra y, mientras esperaba sus deliciosos manjares, estaba este programa en la tele. Sería alguna repetición. Me pareció horroroso.

Besos.

meg dijo...

De verdad, Perikiyo, que sentí vergüenza ajena viendo el programa. Me parece que fue el miércoles. Y lo pasé fatal, sobre todo cuando el grito de "Vivan las tetas" y la cantante -muy provocativa de atuendo, eso sí- muda en el escenario. O cuando tocó un conjunto bastante aceptable, con un cantante majo y todo, y subió alguno del jurado al escenario, cogió el micro y les obligó a tocar para él, que se marcó un cante con todo el morro.

Liova dijo...

Nunca he visto este programa y por lo que cuentas ni merece la pena. A los Morancos ni los aguanto. BESITOS Y SALUDITOS.

Merche (Campanilla... De Nunca Jamás) dijo...

Yo lo he visto alguna vez, bueno entero nunca, algun trozo cuando lo pone mi hija y no puedo soportarlo, siento verguenza ajena y el jurado a parte de ir de graciosillos sin serlo son unos pesados de narices y cansinos, es insoportable, a quien lo aguante entero lo proclamo santo y martir jajaja.
Besis de ...tu si que vales

Navalandia dijo...

Yo vi el otro día un trozo por primera vez, y me dio la misma impresión que a todos aquí. Veo muy poco la tele porque no me gustan el 90% de los programas que suelo encontrar, y mira que podría ser interesante semejante invento, pero lo peor es que los programas que se mantienen es porque tienen audiencia. Yo creo que mucha gente simplemente ve lo que echen, aunque sea penoso.