jueves, 17 de diciembre de 2009

SAL O PIMIENTA




LA LUCHA DE LUBNA

Lubna Ahmed Al Hussein es de esas  personas en el mundo que habría que multiplicar para que hubiera menos  odio y más solidaridad. Es una reportera sudanesa que fue arrestada en su país por llevar pantalones y acusada de indecencia. Junto a ella fueron detenidas otras doce compatriotas, que también llevaban pantalones. Y fueron juzgadas según la Sharia (o ley islámica) en Jartum. El tribunal las condenó a una multa de 200 $ y a 40 latigazos y  un mes de cárcel.  Sus doce compañeras pagaron la multa y reconocieron su "culpa" ante el temido Tribunal.  Pero Lubna se negó. Se negó a pagar la multa y se dejó conducir a prisión de donde salió al día siguiente porque la Unión Nacional de Periodistas de Sudán pagó  su fianza, contra su voluntad..

Lubna se ha negado a aceptar tal degradación  y ha recurrido la sentencia. Previamente, y en defensa y solidaridad con las mujeres adolescentes y niñas que son violadas diariamente sin que el agresor sea castigado,  decidió renunciar a la inmunidad que tenía por trabajar para la ONU y distribuyó invitaciones para asistir a su juicio.


Una vez fuera de la cárcel, Lubna ha denunciado que sólo en la región de Jartum fueron detenidas el año pasado 43.000 mujeres por hábitos "indecentes". Y, entre otros ejemplos, Lubna ha revelado que una niña cristiana de 16 años, Silva Kashif, ha recibido 50 latigazos por llevar una falda por debajo de las rodillas, que los jueces consideraron indecente.

Lubna acusa al régimen de su país de mantener a sus habitantes bajo el terror y la arbitrariedad, sobre todo a las mujeres "cuando Nubia fue famosa en el mundo por la justicia y la equidad de sus reinas"-

   "Se ha intentado comprar mi silencio, prohibirme viajar, se me amenaza con lapidarme, pero seguiré en esta lucha. Porque de lo contrario, ¿qué será de las mujeres islámicas, qué sucederá con las víctimas de Darfur cuando quieran demandar a los culpables de las deportaciones, las violaciones y los asesinatos de mujeres?. Debo seguir la lucha por los que tienen miedo y no tienen medios para rebelarse."



La lucha de Lubna es apoyada, en Sudán y en muchos otros países árabes, por muchas mujeres y por todos los que defienden una religion islámica que respete los derechos humanos, ahora gravemente violados en el caso de mujeres, homosexuales y cristianos.  La reportera sudanesa ha escrito un libro titulado "40 latigazos por un pantalón", en el que además rebate muchas de las prohibiciones que se quieren imponer  por imposición coránica pero que no aparecen en ninguna parte del Corán. Y el Club Internacional de Prensa de España acaba de premiarla por su valor y su labor solidaria en periodismo. El premio le será entregado el mes que viene.

Lo dicho: mujeres como Lubna tenían que multiplicarse.



2 comentarios:

ANRAFERA dijo...

Tienes toda la razón. Mujeres como Lubna tienen que haber, y muchas, en esos lugares donde los Derechos Humanos no existen o se lo pasan por el "forro". Saludos.

meg dijo...

Debemos estar orgullosos, Ramon, de que haya en el mundo personas valientes como ésta.