lunes, 28 de junio de 2010

MARUJERÍAS



EL HIJO LLEGÓ EN UNA BALA.

Hay casos que la Medicina no tiene más remedio que admitir, pero con las reticencias propias de saber que nunca ocurren. Que sólo es un caso entre 400 millones de habitantes que tiene la Tierra. Pero ocurrió...

   El 17 de noviembre de 1874, la revista "USA America Medical Weekly" publicó un informe del doctor T.G. Capers sobre un suceso ocurrido el 12 de mayo de 1863 durante la Batalla de Raymond, junto al río Missisipi.
  

   Como cirujano de uno de los regimientos se encontraba cerca de la batalla, cuando vio caer a su lado un soldado amigo. Al mismo tiempo una mujer gritó en una de las casas cercanas. El soldado recibio un balazo en el escroto, que le atravesó de parte a parte y le destrozó el testículo izquierdo. La muchacha, una adolescente de 17 años, tenía una herida en su abdomen, aparentemente producida por la misma bala.   Seis meses más tarde, Capers regresó a Raymond, donde encontró a dicha muchacha embarazada, aunque aseguraba que era virgen. Doscientos sesenta y ocho días después la joven parió un niño que casi cuatro kilos. A los seis meses, el bebé tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y el médico le extrajo una bala de su abdomen, igual a las empleadas por el enemigo en la batalla al borde del Missisipi. Por todo lo expuesto, el doctor Capers llegó a la conclusión de que la bala que había perforado el testículo de su amigo, había dejado embarazada a la muchacha de 17 años.

   La historia no termina así. El joven soldado al conocer la historia, decidió visitar a la supuesta madre de su supuesto hijo y reconocerlo legalmente. Pero en el encuentro de ambos surgió el flechazo. Meses después se casaron y tuvieron tres hijos más, eso sí, concebidos voluntariamente de forma más placentera.

(Foto superior: viajeradeltiempo.com.- Central: Escena del filme "Gods and Generals", seleccionada por puntadelanza.net).



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