domingo, 19 de junio de 2011

MARUJERÍAS




MONTAÑAS NEVADAS

Hermoso Tirol


 Acabo de volver de un viaje fascinante al Tirol. He recordado escena por escena  los paisajes y canciones de "Sonrisas y lágrimas" mientras instalábamos nuestro cuartel general en Brück, en el Hotel Lukasshansl, un lugar familiar, acogedor, irregular en su distribucion por las sucesivas ampliaciones y acogedor, muy acogedor. Familiar porque está regentado por una misma familia, descendiente de un conde inglés:  sus hijos, cónyuges, nietos y hermanos y dos niñas de la familia, rubias como la cerveza y "asilvestradas" corriendo descalzas por todo el hotel. y, a veces,ayudando a servir las mesas.  Y no quiero olvidar un pastor alemán negro que asusta al miedo y que resulta más dócil de lo que parece.


   El hotelito está situado en el Parque Nacional de los Hohë Tauern, un entorno natural rodeado por los Alpes austríacos, que tiene su propio refugio de montaña para los inviernos llenos de esquiadores y alpinistas. Un refugio con spa y jacuzzi para sus huéspedes, en medio de las nevadas montañas, a 1.500 metros de altitud... La cocina exquisita, nos ofreció cada noche un plato distinto, pero siempre se repetía la ensalada y  la sopa: un delicioso Rindsgulyas, o gulasch de ternera de Burgenland, o un Grostl al estilo del Tirol, a base de cerdo cocido con patatas, especias y finas hierbas. Como nos decía nuestro guía del Puerto de Santa María, cerdo con salsa o salsa con cerdo... y la sopita. Que con  8 o 10 grados de temperatura se agradecía cada noche...


    Salzburgo es la ciudad musical por excelencia. La ciudad del arte, de la música, de la escultura y de las galerías de arte. Gira en torno a Mozart y su música y en todas partes se espera que empiece a sonar su Sinfonía nº 40 o una de sus cantatas... La Mozartplatz (arriba), la Mozartshause...Hasta los bombones tienen su nombre: Mozart, un chocolate espeso, sabroso pero empachante, como la Tarta Sacher inmejorable del Hotel Sacher (que también hay Hotel Sacher en Salzburgo)... Una hermosa vista de la ciudad  se contempla desde el Castillo Fortaleza, que mandaron construir los príncipes arzobispos y que conformaba la antigua y original ciudad de Salzburgo, cuando la sal era un tesoro impagable y valioso. La impresionante catedral  pregona la catolicidad del pueblo austríaco, en contraposición con el protestantismo luterano de la vecina Alemania. Y la casa de Mozart, nacido en un tercer piso   del céntrico edificio, convertida en museo y reverenciada por sus habitantes que siempre esperan la temporada de Música anual con la llegada del verano...

   Subi penosamente la montaña de imposible nombre, el Glossglockner, hasta el refugio instalado a 1.530 metros de altitud, donde llegué por la antigua carretera alpina de inumerables curvas (hay que contar las vueltas y revueltas que tiene) y hermosísimas vistas de las montañas nevadas cuyas laderas están plagadas de casitas como en un nacimiento. Casas que en cuanto llega el buen tiempo llenan de geranios y gitanillas sus balcones de madera,  pintan sus fachadas de nuevo, mientras sus habitantes almacenan madera de cara al invierno  próximo. Y las marmotas, con sus crias. Es la  época de la marmota pero ninguno de mis días en Austria fueron iguales como en la famosa película...

 Atravesé los Alpes Orientales por debajo: a través del túnel excavado bajo la montaña de más de cinco kilómetros, para llegar a Heilingeblut, situado en un valle entre las cumbres del Grosglockner donde tomé la clásica sopa de ajo tirolesa.

   Al revés que Salzburgo, Insbruck, capital del Tirol,  respira deporte y esquí  y Olimpíadas de invierno y pistas de nieve y  funiculares hasta la cumbre.... La Basílica de Wiltten es una de las más milagrosas y conocidas de la pequeña ciudad. El viajero aprovecha para pasear por su mercadillo central, donde se mezclan los puestos de salchichas y quesos, con los de artesanía. Subir en funicular hasta lo alto del trampolín Olimpico, desde donde se puede contemplar una panorámica completa de la ciudad y de su entorno montañoso y nevado, es obligado una vez en la capital del Tirol.. 

   El Tejadillo de Oro, es uno de los centros álgidos de la ciudad construido por sus antiguos habitantes para acoger al príncipe regente. En medio de la ciudad se levanta orgulloso el templo que acoge el mausoleo  donde fue enterrado el emperador Maximiliano.  Es la Iglesia "de los caballeros negros"...  A un lado y otro del monumento funerario coronado por una estatua orante del emperador,  en medio de la nave central mirando hacia el altar mayor, escoltan el recinto grandes figuras humanas, representando a las familias reales de la region austro húngara. Y en lugar preferente las figuras de Juana de Castilla y de Felipe el Hermoso, hijo de Maximiliano... También son negras  de factura perfecta, con destacados bordados de bronce tallados en las faldas de las damas y guanteletes detallados en las manos de los caballeros, alguno con celada bajada ocultando su rostro. Son como fantasmas negros que escoltan inmóviles el monumento funerario, y que nadie se atreve a profanar con flash en sus máquinas digitales... (Hay una cancerbero que cada vez que intentas utilizarlo te advierte de que está prohibido).

   El Museo Swarowski,  escondido bajo una inmensa fuente con ojos, - sí, materialmente es así- encierra sus cristales mágicos, como diamantes baratos y luminosos que destellan miles de colores, en la cueva gigantesca de una  boca abierta en la colina, de la que mana una fuente permanente. La impresionante araña que recibe al visitante, en el hall de entrada, tiene la forma de una medusa y miles de cristales transparentes colgando en bandó...  Las salas iluminadas  decoradas en negro, presentan diversas piezas inigualables realizadas para ocasiones especiales, por artistas internacionales, e iluminadas por focos dirigidos exclusivamente a  estas piezas... Un árbol de Navidad de tamaño natural, un caballo con sus pertrechos de lujo brillando a la luz de los focos, una habitación enloquecedora con cristales  en prisma en el techo, que reflejan al visitante, repitiendolo mil veces y  formando al final un cuadro  sicodélico...Al final del Museo, la tienda. Inmensa. Con cientos de mostradores, vitrinas y joyas, donde no apetece comprar porque se tarda demasiado en escoger una pieza, en medio de una multitud de turistas de todas partes del mundo, cruzándose en los pasillos del local. y comprando en las decenas de mostradores..  La verdad,una prefiere las tiendas pequeñas con atención personalizada que te aconseja convenientemente...


   Los 3800 metros de altitud del imponente Grossgolckner se pueden notar  en Edelweis Spitze, desde donde se divisa la grandeza de los Alpes Austríacos a los pies del Glaciar Pasterze,  de 300 metros de espesor en estas fechas. Los 8 grados de temperatura no nos impiden viajar hasta  Salzkammergut, la region de los 76 lagos, flanqueados en sus orillas por Hallstat, la cuna de la civilizacion de un periodo histórico, Bad Ischl, famoso balneario que conoció sus tiempos de esplendor en el siglo XIX, St. Wolfgang, un centro de peregrinacion al borde del lago. La temperatura en estos lagos sube consideralemente. El paseo en barco me lleva hasta St Gilgen, uno de los pueblos más conocidos del Tirol, cuna de la madre de Mozart.

     El paseo por el parque nacional de Hohe Tauern empieza  en Ferleiten y me conduce por un sendero boscoso y penoso por su pendiente de subida,  hasta Taxenbach, para ver las Gargantas  del embalse de Kitzkoklan. Nada que ver con las cataratas del Krimmel, las más altas de Europa, con sus 380 metros, en tres plataformas (la más penosa y difícil de alcanzar es la central, con 180 metros de altura).  En la base de la cascada,  las gotas de fina lluvia te calan hasta los huesos y ensordece tus oídos el constante trueno del agua.

   ...Y finalmente Munich. La ciudad alemana más cosmopolita después de Berlín. Una ciudad que fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial, castigada por los aliados en plena decadencia del fascismo, fue reconstruida por las mujeres supervivientes, que retiraron los escombros uno a uno, los apilaron por tamaño, y volvieron a levantar las casas con paciencia y aprovechando todo material encontrado a lo largo de la ciudad devastada. El Ayuntamiento fue de los pocos edificios parte de cuyos muros quedaron en pie...

 

   Hoy Munich, la capital de Baviera, es una urbe típicamente alemana con la más antigua cervecería de Europa, la Hoffbrauhaus,donde la cerveza se bebe por litros, literalmente... Hay que coger la jarra con las dos manos para poder beber... Es el lugar donde se reúnen los muniqueses para celebrar la Semana de la Cerveza, ocupando sus largas mesas con las jarras en las manos y cantando canciones bávaras... La cerveza de Baviera no se puede rechazar y eso lo saben las camareras muniquesas que saben servir siete jarras  de una vez...

      Y con la cerveza bávara en los labios nos cuesta decir Auf Biedersen, Austria...  Auf biedersen, Alemania.




(Fotografía central dcha.: izqda.: bairesreisen.blogspot.com.)

6 comentarios:

La Guionista Reflexiva dijo...

Qué maravilla de paisajes, Meg. Menuda envidia...

Te he dejado un premio en mi blog. Pásate por allí cuando quieras.

Saludos.

meg dijo...

Me alegro de que hayan salido bien las fotos. No todas son mías. Cuando las tenga todas las publicaré. Guionista, gracias por tu visita. Y no te preocupes que mañana me pasaré por tu blog a recoger el premio. Un beso y feliz semana.

Eugeni Guzman dijo...

Jo Meg, qué envidia... qué paisajes tan bonitos. Irse de viaje es como vivir otra vida, como meterse en otro yo, me encanta viajar i ver los viajes de los demás.
Saludos.

meg dijo...

Eugeni , yo he sido una adicta a viajar, a vivir esas otras vida s y conocer otras costumbres y personas. Ahora ya cada vez viajo menos, porque mi condicion personal no me lo permite. Pero, sí. Es una gozada. Un beso y feliz semana.

ANRAFERA dijo...

"Boquiabierto" me he quedao!
Gracias, meg, por acercarnos estos encantadores lugares.
Curiosísima y original fachada la del Museo Swarowski.
Felicitaciones por el viaje y éste precioso reportaje.
Un cordial saludo.
Ramón

meg dijo...

Ramon, ¿no te habrás quedao como la entrada al Museo swarowski?. Un beso y me alegro de que te haa gustado. Feliz día.