Marujerías

MALOS COMIENZOS EN EL CINE

* Clint Eastwood tuvo un comienzo en su carrera cuando menos sorprendente. Los expertos de Hollywood le consideraron, en principio, demasiado alto, bizco, de dientes nada perfectos y con un tono de voz demasiado bajo. El actor, actualmente, confirma estas críticas: "Todo es verdad, incluso hoy. Lo único que he cambiado es la actitud", dijo en una entrevista en TV. Su lanzamiento como protagonista se lo tiene que agradecer al director italiano Sergio Leone y a sus spaghetti-westners: "La muerte tenía un precio", "Por un puñado de dólares" o "El bueno, el feo y el malo". En las tres tuvo como antagonista a Lee Van Cleef. El propio Leone decía de él que tenía sólo dos registros: con sombrero y sin sombrero. Cuando Eastwood recibió el León de Oro a toda una vida en el Festival Internacional de Cine de Venecia, le dedicó el triunfo a Sergio Leone con un juego de palabras: "Un León para un Leone"...

* Kevin Costner tuvo un comienzo frustrante. Su primer papel en el cine fue el de cadáver en la película " Reencuentro" ("The big Chill"). Él es el muerto que reúne en su velatorio a los protagonistas. El director Lawrence Kasdan, durante el montaje, decidió suprimir el único plano que había de Costner: un primer plano del rostro del 'cadáver' que apenas duraba unos segundos. El disgusto del actor fue tan considerable que Kasdan le dio un papelito en su siguiente película, "Silverado" donde interpreta a un pistolero medio loco.

* Harrison Ford también empezó su carrera con mal pie. Se enemistó con la Columbia, después de que la compañía le contratara por 150 $ semanales. Pero Ford no estaba de acuerdo con el sistema de trabajo de los estudios ni aceptaba el cambio de pelo y traje que le imponía la Columbia en sus apariciones públicas. Fue incluido en la lista negra de la empresa que le siguió pagando su salario pero sin darle trabajo alguno. Decidió hacer de carpintero en los estudios para ver los rodajes. Y un buen día Georges Lucas le rogó que diera la réplica a las actrices que aspiraban a interpretar a la 'Princesa Leia' en "La guerra de las galaxias". O sea, que leyera los párrafos del guión que daban entrada a los del personaje femenino, y que correspondían al personaje de 'Han Solo'. Al parecer lo hizo tan bien que Lucas vio en él al 'Han Solo' de la saga. Y, como en el caso de Selznick y Vivien Leigh, Lucas tampoco se equivocó: Harrison Ford entró en la historia del cine como el intérprete con más personalidad de la saga.