martes, 12 de junio de 2012

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"STALAG 17"  "Traidor en el infierno)

Director: Billy Wilder.-  Act.: William Holden, Gil  Sraton, Peeter Graves, Harvey Lembeck, Robert Strauss y Robert Stone.


   Esta es el décimo filme de Wilder, que perdió a parte de su familia en Auschwitz, pero sabe darle un punto de comicidad a la acción, a su estilo, sin  mofarse del dolor y el sufrimiento, lo que hace sumamente llevadera la película.

  La  acción tiene lugar en el campo de concentración (Stalag)  nº 17, situado en Alemania cerca del Danubio, y transcurre durante los días 24 y 25 de diciembre de 1944.  El campo está destinado a oficiales y suboficiales aliados, capturados por los nazis. Y en cada uno de los 8 barracones conviven estadounidenses, británicos, polacos...  Se retrata el trato imhumano que dieron los alemanes a sus prisioneros de guerra, que padecían de una comida incomestible, de duchas con agua fría y en letrinas asquerosas, trato caprichoso y cruel por parte de las autoridades del campo y carencia de los más vital, que cada uno suple como puede. Pero en el barracón de los 75 protagonistas hay un traidor. Y la acción está encaminada a descubrir quién es. 


   Aparentemente para todos es Shefton (Holden) por su extraño comportamiento y los almacenamientos que encierra en una maleta bajo su cama. Y Wilder en esta película descubre que la segunda Guerra Mundial  puede ser fuente de tragedias y también de humor negro, que él plasma perfectamente en esta película. y que ya se dió en otros filmes como "La gran evasión ", "Mash" o "El puente sobre el rio Kwai". En todos los encierros hay siempre un jefe de barracon como  Hoffman, un jefe de información como Rice, un bufón como  Harvey Shapìro, un ganso como "Chimpance" Kasava o un mudo traumatizado por tragedias anteriores como Joey.  El sargento nazi que atiende al barracón y a sus "habitantes"  es Schulz (Sig Ruman, bordando el papel casi cómico que le ha tocado) y el coronel del campo  es Von Schesbarch (Otto Preminger. que fue actor de empezar a dirigir).  Ni que decir tiene que todos ellos están geniales en sus papeles y hacen reir al espectador en los momentos divertidos y encogerse en los más trágicos.


  La existencia de un traidor en el barracón es descubierta tras un intento de fuga de dos de sus presos que es abortado en una emboscada en la que son fusilados sin piedad. Los alemanes esperaban a los fugitivos traslas alambradas, lurego alguien los había informado. Se desvelan también artilugios curiosos que construyen los presos,  como una destiladora, la burla durante los controles de una emisora de radio o los disfraces que fabrican para la "fiesta de Navidad", provocando en algunos casos una sonrisa respetuosa. Pero Wilder, a través de sus escenas, se burla del autoritarismo, de la crueldad, de las órdenes caprichosas, y arbitrarias, de la vanidad, la mentira y las simulaciones.

   El guion del propio Wilder y  Edwin Blum, está basado en la comedia de Broadway "Stalag 17", de  Bevan y Trzcinski. La fotografía es de Ernest Laszlo, que consigue un intrigante  blanco y negro en un trabajo sobrio y eficaz. Presenta encuadres sugestivos e inquietantes, como el coronel en calcetines, el fango del campo, los gestos de Joey, los sueños eróticos por culpa de una peluca de paja...  En resumen una película digna de dedicarle una tarde para verla tranquilo mientras los niños juegan en su habitacion. Un apunte: es apta para todo público. Os dejo un video con una  de las escenas más destacadas e inquietantes:  el descubrimiento del traidor.


(Fuente de algunos datos: Archivo autora, FilmAffinity y sus comentarios)

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