domingo, 16 de septiembre de 2012

ANÉCDOTAS DE LA HISTORIA


DIAMANTES FAMOSOS DEL MUNDO (II)



“EL GRAN MOGOL “,  LA PIEDRA ASESINA.

   ¿Quién no ha oído hablar de diamantes con maldición, asesinos o con leyenda trágica?.  Pues uno de esas gemas es, precisamente una de las más antiguas del mundo,  el “GRAN MOGOL”. Extraído de las minas de Kollur, en la legendaria región india de Golcondasu nombre se lo dio el emperador mogol Sha Jehan  que participó en la financiación de la construcción del Taj Mahal.  Pesaba casi 800 kilates, lo que lo hizo el diamante más grande del mundo.

   Jehan se lo entregó a un cortador veneciano, llamado Bergis, que vivía en la corte, para que lo cortase y lo tallase. Pero Borgis lo estropeó al intantar cortarlo y su peso de 796 kilates quedó reducido a  287, y con una talla deforme. Devuelto  el diamante al Gran Mogol, éste montó en cólera y mandó encarcelar, torturar y luego ajusticiar a Borgis. El tallador fue la primera víctima de la maldita gema. Jehan  se sumió en la depresión  al ver que la piedra nunca tendría su tamaño original. Pero esa depresión le duró poco, porque fue destronado por su hijo Ameng Zeb

    A partir de ese momento la piedra desaparece y nadie supo de su paradero. Muchos años después aparece en  la isla de Srirangan, en el reino de Mysore, al sur de la India. Allí formaba parte de la imagen de la diosa Srinranga que la lucía en la parte frontal de su rostro.  La imagen es custodiada en su templo por sacerdotes lamas, que nunca dejaban sola a la diosa. Pero una noche sin luna,  un antiguo granadero francés,  Dupleix esclavo de los sacerdotes, roba la piedra de la frente de la diosa mientras los monjes asistían a un millonario moribundo. Eran el año 1750. (Imagen: zazzle.es)

       El granadero vende la piedra a un  capitán de navío de la Compañía de las Indias, por 10.000 miserables escudos. Dupleix muere poco después en la miseria contagiado de la peste. El capitán, a su vez, vende la gema a un mercader sirio por poco dinero. Nadie conoce todavía la maldición del “Gran Mogol”. El mercader es quien examina a fondo la joya  y la valora en su justa medida. Se entrevista con el joyero armenio  Gregori Shafras,  y le ofreció la joya por 130.000 piastras.  El joyero lo consideró  “demasiado dinero  por una simple piedra brillante”.

      Sin llegar a un acuerdo, el  mercader sirio murió esa noche misteriosamente asesinado y curiosamente la gema vuelve inmediatamente a manos de Shafras.  Éste se la ofreció al Conde Orlov, pidiéndole a cambio un título nobiliario en la corte  rusa. Orlov se lo prometió, porque deseaba la joya para regalársela a Catalina la Grande de Rusia, de quien era valido y aspiraba a ser su amante. 

    Pero, antes, el noble ruso cambió el nombre a la gema y le puso el suyo: el Diamante Orlov, creyendo que, al cambiar su nombre, desaparecería su maleficio.  Su peso era sólo de 287 kilates…. Orlov consiguió el amor de la zarina y, a petición de ella, con la ayuda de su hermano destronó, al zar  Pedro III, lo mandó encerrar y poco después murió “misteriosamente", envenenado.  Había  admirado el diamante antes de que su esposa lo mandara engarzar.  Orlov no pudo cumplir su promesa al joyero armenio, porque  poco después sufrió un ataque de locura y fue encerrado en un manicomio hasta su muerte, cuando corrían los meses de 1783.  El heredero  de la corona rusa, Pablo I, había cumplido 29 años. La piedra siguió irradiando su maleficio…(Retrato: en.topictures.com)
 
   Catalina la Grande la mandó engarzar en su cetro imperial.  Y años después, tras grandes esfuerzos por conservar a Rusia como un territorio  falsamente unido y compacto, mantuvo permanentemente su enemistad con Francia.  A los 67 años de edad, su vida finalizó repetinamente a causa de una hemorragia cerebral que sufrió cuando iba a darse un baño,  en Tsárskoye Seló. Era el 6 de noviembre de 1796... (Imagen: famousdiamonds.tripod.com)

   Su heredero Pablo I, un sanguinario déspota, reinó pocos años porque murió estrangulado en 1801, al parecer, por un cortesano llamado Beningsen del que no se sabe más.  Su hijo y nieto de Catalina,  Alejandro I, contribuyó a extender el maleficio del “Orlov” o “Gran Mogol”. Atormentado por sus remordimientos, por haber dejado asesinar a su padre sin evitarlo (aunque no existen datos fiables de que participara en la conspiración), se retiró a un convento ortodoxo, después de mandar publicar su muerte. Al entrar adopta el nombre de Fédor Keumicht.  Pocos años después, en 1864,  es encontrado un cadáver en un bosque cerca del monasterio,  muerto de frío y casi devorado por los lobos. Cuando fue examinado por los monjes, éstos reconocieron a Keumicht. Su sucesor Pablo II murió en un atentado destrozado por una bomba.


·            El heredero de éste Alejandro III hizo caso omiso al clamor del pueblo que pedía que se deshiciera de la piedra del mal. Más le hubiera valido al zar haber escuchado las peticiones  del pueblo y de sus cortesanos porque murió envenenado (forma habitual de asesinar en la Rusia de todos los Zares) a los pocos años de su reinado.  En la Historia deRusia no se hace constar detalle alguno de su muerte. (Retrato: iris.cnice.mec.es)

   La influencia de la maldita gema llega hasta Nicolas   II, el último Romanov,  que fue asesinado junto a toda la familia imperial en el palacio de Ekaterimbug , en 1917, durante la Revolución Rusa que lidera Lenin. El tesoro imperial  y el fatídico Gran Mogol u Orlov pasan a ser propiedad del pueblo ruso y de su gobierno, el soviet supremo. Pero la crisis económica que asola al país obliga a éste a poner en venta la joya. Al parecer, fue adquirida en secreto por un comprador misterioso.  Apareció pocos años después en el Imperio iraní, con un nuevo nombre: “Deria-I-Hoor” u “Oceáno de Luz”. El entonces rey de Persia y luego Irán, el Sha Reza Pahlevi lo mandó engarzar en su corona imperial. Todos conocemos el final del  Shah y de su familia en el destierro…

  El diamante maldito, en la imagen engarzado en la corona imperial iraní, quedó en posesión de los ayatolás pero nunca se supo el destino final de la joya…  ¿Alguien duda de su maleficio?... Pues mejor que nadie lo toque, no vaya a ser que sea cierto… (Foto: irna.ir)

4 comentarios:

desdelaterraza-viajaralahistoria dijo...

Después de esto, no lo quiero ni regalado.
Muy interesante la historia de este famoso diamante.
Un saludo.

Unknown dijo...

Nunca me han gustado las cosas brillantes, aunque puedan tener una "brillante" ironía.

meg dijo...

DLT, hay que cuidarse mucho de tocar las cosas maléficas. Harás bien en no aceptarlo "si te lo regalan". Iré publicando más historias de estas piedras con maldiciones implícitas. Un saludo

meg dijo...

Vendrás, a mísi me gustan, y si son joyas mejor. Pero ésta ni olerla. Y hay nucho diamante llamado "de sangre" que también llevan su maleficio, al menos los de la sangre de los esclavos que han de sacarlos del fondo de la tierra. Un saludo