LA MUDANZA
Te obsesionas con que una mudanza es el mayor motivo de stress despés de la pérdida de un ser querido. Aún así insisten: "Es una mudanza, mujer. Sólo eso. "...
Me preparo para trasladar de sitio 40 años de mi vida. Y de la vida de él, que vivimos juntos pero con cosas separadas... Y entonces hay que elegir qué dejamos atrás, abandonado en el piso viejo, como un tumor extirpado dolorosamente de nuestra memoria donde ha estado creciendo todo ese tiempo. He empezado por empaquetar lo más querido para mí, cuya fragilidad me da miedo. Me fío más de mí misma que de los transportistas. "Mujer, son profesionales y saben cómo han de hacer las cosas"...Pero yo no me fío de nadie en estos momentos.
Me siento sola ante el gran problema: los documentos que hay que clasificar y guardar ordenadamente identificados.La colección de copas raras de cristal. El ángel de porcelana de Sèvres de mi abuela con el que yo me despertaba a diario, admirando su carita de suave colorete. El Santiago Peregrino de mi padre,en madera de boj...Las fotos sin álbum y los álbums con fotos. Los libros de la biblioteca. Mi colección de búhos... Y llego a la conclusión de que no puedo trasladar toda la biblioteca al piso nuevo donde sólo hayun pasillo con recovecos donde construir una estantería larga, larga, para acomodar los libros que más interesen. Los demás he querido regalarlos a una biblioteca pública, o a un biblioteca de pueblo y nadie los quiere.Nadie quiere libros viejos, con loque con llevan. Al fin encuentro una residencia de ancianos donde se los llevan agradecidos a Torrelodones.
La ropa me preocupa menos porque en general la encuentro luego rápidamente, sobre todo la de temporada. Tampoco me preocupan las vajillas y cristalerías. ¿Para qué querré yo tres vajillas?. En la cocina abandono todos mis cacharros. Quiero empezar de cero con cosas nuevas que, a fin de cuentas, tambien es objetivo de una mudanza.
Para él, todo es diferente. Los objetos de su pasado son cosas para conservar cariñosamente, creyendo que si desaparecen se borran de tu memoria hechos relacionados con ellos, grapados a tus recuerdos. Pero todo empieza a convertirse en un problema de espacio.
Y llego a la conclusion de que nadie me ha enseñado cómo se cambia de sitio toda una vida, con los recuerdos, los sentimientos, el dolor, la alegría, las lágrimas lloradas y las risas reídas,las palabras dichas y las palabras calladas que se quedaron impregnadas en las paredes. .Aquí entraron mis hijos al día siguiente de nacer. Aquí los engendramos y los vimos crecer mientras las viejas paredes se deterioraban cada vez más sin que lo notáramos... Hay que dejar estas paredes ya, con todo esa carga sentimental emparedada entre ellas. ¿Se lo susurrarán luego todo al que llegue?.. Todo esto no se puede cambiar de lugar tan facilmente. Sólo se puede llorar en el recuerdo de algunas cosas. Pero la memoria tiene una capacidad limitada de almacenaje. Hay que olvidar muchas cosas para poder recordar otras. Desprendernos de lo viejo para dejar espacio a lo nuevo...
La nueva casa será la primera que realmente será nuestra y hecha a nuestro gusto. Luego terminada la mudanza y colocado todo en su sitio nuevo, me invade una sensacion de serenidad al entrar en ella. Es como si la nueva casa tuviese una magia especial, un depósito de oxígeno, de aire nuevo, en espacios amplios donde instalar la vida de dos personas que conviven desde hace 40 años.
Tengo que terminar el traslado de dos vidas diferentes y lograr espacios vacíos para que lo nuevo tenga cabida. Y abrir dos memorias para almacenar nuevos recuerdos elegidos. Estos sí permanecerán ya toda la vida en el fondo de la memoria... Como la nueva casa pervivirá con nosotros. Y cuando nos hayamos ido a otra dimension, callará discretamente los secretos de sus paredes a quienes vengan detrás, que seguirán añadiendo sus nostalgias a estos muros...
(Imágenes: arriba, grupo-mexico.net;.- centro: antoncastro.blogia.com.- Abajo: canstockphoto.es)
2 comentarios:
Hola,
muy buena entrada y muy buen blog.
Saludos
Gracias David. Espero más días tu visita.
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