miércoles, 29 de julio de 2009

Sal o pimienta


¿ Calentamiento global o exageración?.

El Instituto de Estudios Económicos (IEE) ha dedicado un monográfico de su revista al calentamiento global, publicando una serie de estudios científicos que, cuando menos, resultan sorprendentes.

La revista viene a concluir que hay mucho mito en torno al cambio climático y que la comunidad científica está muy dividida al respecto. Recuerda los cinco shocks mundiales que han precedido al del medioambiente actual, creados todos ellos -según los autores- por los avances de la revolución industrial y que fueron resolviéndose gracias a los cambios generados posteriormente. Recuerda el pánico ante un incremento de la población mundial que sobrepasaría la capacidad alimentaria y extendería el hambre por el globo, como advertía Malthus; el de la extinción de las minas de carbón que anunció Stanley Jevons; la rebelión de unas masas que anunciaba Ortega y Gasset; el desbordamiento del gasto público por culpa de un aumento de las masas ciudadanas, como recogía Maynard Keynes; el colapso de los servicios públicos que anunció Kenneth Galbraith y, finalmente, el posible agotamiento de las materias primas anunciado por el Club de Roma. El sexto shock mundial sería el del cambio climático que provocaría restricciones y cambios importantes en el clima como se anunció en Kyoto.

Ahora, numerosos científicos quieren convencernos de que "no pasa nada" como nada pasó en anteriores cataclismos. Pero hay que recordar que el agotamiento del carbón fue acelerado por el refinamiento del petróleo que permitió un mayor desarrollo industrial y, ahora, ha nacido el temor de que los pozos de petróleo se estén agotando sin que nada se haya hecho para imponer energías alternativas menos costosas como la eólica, la nuclear o la solar. Estamos de acuerdo en que las anomalías y los episodios meteorológicos extremos no tienen que ver con el cambio climático a nivel global, como asegura uno de los científicos, pero también convendremos en que los episodios extremos son cada vez más frecuentes. Luego, algo influirá. Otros dos científicos advierten que el Protocolo de Kyoto ha sido aceptado más por razones políticas que científicas sin evaluarse sus consecuencias. En este caso nos preguntamos: si han primado las razones políticas ¿por qué EEUU no lo ha firmado, siendo como es el líder político mundial?. Acaso ¿no se está manipulando Kyoto para anular la naciente potencia energética de muchos de los países firmantes?. Lógicamente, quien cumpla el Protocolo tiene que construir más centrales nucleares (con la impopularidad que esto conlleva). Y si no lo cumple, hay que pagar una elevada sanción económica que para Estados Unidos puede ser rentable, pero para países como España puede ser un freno peligroso en su crecimiento económico. La revista también analiza el riesgo de deslocalización de empresas que se trasladarían a lugares menos exigentes en la defensa del medio ambiente.

Cabe, pues, preguntarse: ¿lo del cambio climático es una exageración o una realidad?. Y quienes aseguran que se exagera ¿intentan aclarar tan turbio panorama o sólo defender intereses de los grandes poderes a costa de la limpieza medioambiental?... Seguimos con la duda, pero a lo mejor debemos olvidar los sprays...

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