Sal o pimienta

Cuarenta millones de infectados por el SIDA en el mundo, un millón de muertos al año por la malaria (el 90% en el Africa subsahariana), dos billones de contagiados al año por la tuberculosis, medio millon de muertes anuales por enfermedades tropicales y tres millones de muertes infantiles cada año. Y las industrias farmaceúticas españolas vuelven la vista para otro lado, creyendo que hay una campaña orquestada contras ellas por las ONG's y por los medios de comunicación, por no facilitar los medicamentos apropiados a bajo precio.

La opinión pública está convencida de que las compañías sólo financian medicamentos que les sean rentables, y que en realidad no investigan sino que compran las patentes a las universidades y a los investigadores. Las farmaceúticas insisten en que hoy es carísimo sacar una medicina al mercado e insisten en conservar los derechos que les dan las patentes alegando que, si no existiera esta protección, apenas habría investigaciones futuras y con menos financiación, lo que repercutiría en la producción de menos fármacos y en la calidad de vida de los pacientes.

Después de estas alegaciones, las industrias de medicamentos reconocen que no se niegan a los medicamentos genéricos, pero según ellas pueden ser peligrosos por... ¡falta de seguridad y de calidad!. Y, mientras tanto, mantienen los precios de sus medicamentos. Menos mal que países como la India ya están fabricándose sus propios fármacos y, de paso, facilitárselos a los países más necesitados de ellos.

Después de todo esto, ¿seguimos comprando Aspirina Bayer o pastillas genéricas de ácido acetilsalicílico?.