viernes, 23 de noviembre de 2007

Sal o pimienta

El Gobierno, todos los gobiernos, intentan fomentar el trabajo autónomo para quienes han sido abocados al paro. Pero, en realidad, pocos son los parados que pueden iniciar un negocio o actividad rentable que les saque del desempleo.

Pero para esos pocos que quieren dar un giro radical a su vida y establecerse como trabajadores autónomos, hay un calvario de gestiones que cumplimentar antes de poder iniciar esa nueva actividad. En España hay exceso de papeleo para iniciar un negocio. Así lo dicen las asociaciones mundiales de empresarios, que han elaborado un ránking sobre las gestiones que los gobiernos de todo el mundo exigen a quienes quieren iniciar un trabajo por su cuenta. Pues en esa lista España ocupa el 38º puesto.

O sea, para abrir un negocio o llevar a cabo una iniciativa laboral nueva en España hacen falta diez procedimientos distintos exigidos por el Gobierno español, por los autonómicos y por los ayuntamientos. Con el agravante de que estos servicios no están centralizados y obligan al ciudadano a ir de la Ceca a la Meca papeles en mano. Con mucha suerte, el empresario o el trabajador artesano o el comerciante tendrá todos sus papeles en regla, para empezar su actividad, en unos 60 días. Y, si tiene mala suerte, puede tardar en recibir los permisos desde cien días hasta más de un año, según el negocio en cuestión.

Esto resulta aún más humillante cuando, según la lista elaborada por las confederaciones empresariales, subrayan las facilidades que conceden los Gobiernos de Estados Unidos o Dinamarca, donde sólo hacen falta seis gestiones para poder abrir un negocio o empezar una actividad laboral. El nuevo empresario puede empezar a trabajar con los papeles en regla en poco más de una semana.

En estos detalles también se revela la clase política que gobierna en cada país. Sobre todo, cómo se dedican al servicio público y no al interés partidista o personal.

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