miércoles, 6 de febrero de 2008

Un poema de vez en cuando

Adelfos

"Yo soy como las gentes que a mi tierra vinieron,
soy de la raza mora, vieja amiga del sol,
que todo lo ganaron y todo lo perdieron.
Tengo el alma de nardo del árabe español.
Mi voluntad se ha muerto en una noche de luna
en que era muy hermoso no pensar ni querer...
Mi ideal, tenderme, sin ilusión ninguna...
de cuando en cuando un beso y un nombre de mujer...

En mi alma, hermana de la tarde, hay contornos,
y la rosa simbólica de mi única pasión
es una flor que nace en tierras ignoradas
y que no tiene aroma, ni forma ni color.
Besos, pero ¡no darlos!. Gloria ¡la que me deben!,
que todo, como un aura, se venga para mí.
Que las olas me traigan y las olas me lleven
y que jamás me obliguen el camino a elegir.
¿Ambición?. No la tengo. ¿Amor?. No lo he sentido.
No ardió nunca en un fuego de fe mi gratitud.
Un vago afán de arte tuve... Ya lo he perdido.
Ni el vino me seduce ni adoro la virtud.
De mi alta aristocracia dudar jamás se pudo.
No se ganan, se heredan elegancia y blasón.
...Pero el lema de casa, el mote del escudo,
es una nube vaga que eclipsa un vano sol.
Nada os pido. Ni os amo, ni os odio. Con dejarme,
lo que hago por vosotros hacer podéis por mí.
¡Que la vida se tome la pena de matarme
ya que yo no me tomo la pena de vivir!...
Mi voluntad se ha muerto una noche de luna
en que era muy hermoso no pensar ni querer.
De cuando en cuando un beso sin ilusión alguna.
¡El beso generoso que no he de devolver!...

("Adelfos".- Manuel Machado.)

1 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡Dios mio!! Recordar de nuevo viejas poesias que se nos han ido olvidando. Por favor seguir con mas. Y me alegro mucho el romance de doña Alda