miércoles, 12 de marzo de 2008

De vez en cuando un romance

La canción del pirata
Con diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela,
no corta el mar sino vuela
un velero bergantín:
bajel pirata que llaman
por su bravura "El Temido",
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en el mar riela,
en la lona gime el viento
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa
y allá a su frente Estambul.
"Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza
ni a sujetar tu valor".
"Veinte presas hemos hecho
a despecho del inglés,
y han rendido sus pendones
cien naciones a mis pies.
que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley la fuerza y el viento,
mi única patria la mar.
Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra,
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa, sea cualquiera,
ni bandera de esplendor
que no sienta mi derecho
y dé pecho a mi valor.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley la fuerza y el viento,
mi única Patria la mar.
A la voz de "¡Barco viene!"
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo escapar,
que yo soy el rey del mar
y mi furia es de temer.
En las presas yo divido
lo cogido por igual:
sólo quiero por riqueza
la belleza sin rival.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley la fuerza y el viento,´
mi única patria la mar.
Sentenciado estoy a muerte
y yo me río:
no me abandone la suerte
y, al mismo que me condena,
colgaré de alguna antena,
quizá en su propio navío.
Y si caigo ¿qué es la vida?
Por perdida ya la dí
cuando el yugo del esclavo
como un bravo sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley la fuerza y el viento, ´
mi única patria la mar.
Son mi música mejor
los aquilones;
el estrépito y el temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
Y del trueno al son violento
y del viento al rebramar,
yo me duermo sosegado
arrullado por el mar.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley la fuerza y el viento,
mi única patria la mar.
(José de Espronceda)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡Qué gozada poder leer las poesías que me leia mi abuelo de pequeña!!. Gracias

Anónimo dijo...

Gracias desde Bremen!! Hacia tiem po que no me acordaba. Creo que ahora si que me sale de un tiron. Cuando me pase por Madrid, probamos. M.O.