jueves, 20 de marzo de 2008

Denuncias



¿Dónde se ha quedado el buen lenguaje de RNE?

Cuando éramos pequeños nuestro padre nos acostumbró a escuchar RNE, porque era la emisora que no daba publicidad y además la que mejor dicción y lenguaje tenía. Sus locutores sabían lo que era un punto, una coma, un punto y coma y un punto final. Y conjugaban correctamente los verbos. Y daban entonaciones a la voz para subrayar una frase o para indicar un texto entrecomillado... Luego, por lo visto, cuando dejó de haber buenos lectores al micrófono, empezaron a inculcar a los periodistas que las comillas , en radio, no existen. Y por tanto, había que especificar un "Dijo que..." y a continuación el texto que debería entrecomillarse. Y empezamos a perder las entonaciones de voz de los buenos profesionales.

Hoy el lenguaje y los errores de sintaxis y pronunciación de sus periodistas (suponemos que ya no hay locutores ni en ésta ni en otras emisoras) han vulgarizado esta emisora. En el Diario de las 2 de la tarde del domingo 9 de marzo, el conductor del informativo cayó en numerosos errores pronunciando "afallas" por "fallas", "adevenir" por devenir "afechas" por fechas, "eminutos" por minutos, y así hasta una docena de incorreciones. No creemos que el locutor no supiera las palabras correctas. Seguramente su inseguridad ante el micrófono le lleva a titubear y une el titubeo a la palabra para encubrirlo. Al menos eso parece...

Otro de los errores de la mayoria de los locutores de esa casa es no respetar los punto y seguido. Generalmente leen la frase terminal y a continuación la primera palabra de la siguiente tras el punto, haciendo la pausa antes de la segunda palabra. Que recordemos, era un vicio de Manuel Antonio Rico, imitado luego por todos sus sucesores. (por poner un ejemplo: "...no supiera las palabras correctas. Seguramente... su inseguridad ante... "). Esto despista y generalmente se toma esa palabra "de más " como un añadido incompleto a la frase anterior al punto, lo que a veces hace ininteligible el mensaje.

Y ya que hablamos de puntos y comas, otra denuncia: la de la mala sintaxis al abusar del punto como referencia o metáfora. Punto seguido es incorrecto: su sintaxis real es "punto y seguido". Es el punto que separa dos frases, y lo de seguido es una orden para continuar escribiendo tras el punto. En cuanto al punto final, se insiste en decir irritantemente "punto y final". Y lo correcto es "punto final", porque final es el adjetivo del punto y no un sustantivo. Es la indicación de que tras ese punto no hay más, de que es el último punto, el punto final. Nunca se dice "el momento y final" o "en el minuto y final del partido"...

Y terminamos con el esdrujuleo. ¡Maldita contaminación de esta incorrección sintáctita!. Hasta el presidente del gobierno carece de alguien que le corrija este error en el que cae constantemente. Es fácil escuchar a políticos y periodistas decir "ápoyo" por apóyo, "métículosamente" por meticulósamente, "pólitico" por político, o "tórrencial" por torréncial. Perdón por acentuar palabras agudas, pero era la única forma de indicar el error.

Todo esto nos lleva a preguntarnos: ¿en las Universidades, o aún más, en las escuelas, no enseñan ortografía y sintaxis?. Pues la conservación del idioma dentro de poco tiempo será tan sólo una labor utópica de la RAE y tendremos que irnos a Colombia o Argentina para hablar el español correctamente. ¡Lástima de planes de estudio!. Y en cambio seguimos a vueltas con la asignatura de Ciudadanía... Los hay burros.

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