jueves, 20 de marzo de 2008

Historias del bandolero



Amantes de verano
Amante de abril y mayo, decía la copla... Amantes de julio, agosto, marzo o abril, ¿qué más da?... Amantes de un mes, de dos, de seis días, de un año... Luego un "simple amigo" o, acaso enemigo, para toda la vida. Dan pena esos solitarios que se creen grandes conquistadores cuando en realidad son fracasados de la vida. Sus amores apenas duran meses. Y cada vez que un romance termina, vuelven las dudas sobre el amor, ese sueño que, dicen, alimenta la vida... Es mentira. El amor no alimenta nada y, a veces, el sueño se acaba transformando en pesadilla...
Amantes de veranos, de inviernos, de muchos veranos y muchos inviernos son mejores, porque acaban siendo compañeros de viaje, pasajeros en el mismo vagón del convoy de la vida a quien hemos encontrado en la estación donde esperábamos que pasase un tren, cualquier tren... Y este desconocido hace más agradable el viaje y acabamos acostumbrándonos a él...
En el fondo, los coleccionistas de amantes de verano, de abril o mayo, acaban siempre envidiando dolorosamente a esas parejas de ancianos que han resistido heroicamente el embate de los 50, de los veranos en soledad, de los viajes de trabajo, de las largas jornadas laborales plenas de tentación, de los halagos continuados que separan o de los insultos continuados que también separan.
Dice el bandolero que, paseando bajo el sol o sentados en el banco de un parque cualquiera, esas parejas ancianas parecen supervivientes de una gesta dura, inimaginable. La de la vida vivida desde todas sus vertientes. La de la felicidad, la del dolor, la de la rebelión, la de la serenidad, la de la resignación, la de la paternidad, la del aguante... O sea, la vida. También dice el bandolero -que tuvo amantes de abril y mayo- que, al final, sólo se desea el calor de una mano amiga, solidaria, junto a la lumbre de una noche de invierno y un oído atento cuando digamos "Hace frío,¿verdad?". Y que afirme aunque sea con un movimiento de cabeza... El bandolero dice que sólo quiere amigas de todo el año, amores de toda la vida amados hasta el final. Que le van más los participios aquietados que los gerundios activos... Pero es que el bandolero ha vivido ya demasiado...

3 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Lorey dijo...

Totalmente de acuerdo...es más ...amor de piratas...diría yo.

meg dijo...

Es amor de bandolero, Lorey. Que es lo mismo, pero sin mar...

Un beso y espero que te gusten estas historias de la serranía.