viernes, 18 de abril de 2008

Historias del bandolero


El mal

El Mal existe. El bandolero también lo intuye, porque tiene una extraña filosofía:
-- El mal es la negación del todo...
No me pareció tan extraño lo que me dijo. El Maligno puede ser el nihilismo total, la negatividad de todo, el NO, el NO-PUEDE-SER o el NO-SERÁ constantemente pronunciado.
El mal impide el humanismo, deshumaniza al hombre paralizando el desarrollo de su espíritu. Niega cualquier proyecto, cualquier esperanza, cualquier futuro. Es el cerrojo del almario.
No es una creencia ni un caso clínico o biológico. Es una actitud, un comportamiento ante la vida: la negatividad ante lo positivo, ante lo humano, ante la emoción, ante el sentimiento enriquecedor, ante la esperanza que fortalece, ante el afán de aprender... Es la pasividad ante la desgracia, la insolidaridad, la dureza de espíritu. El Maligno existe en la insensibilidad, en el desprecio sin justificación, en la soberbia y en el rechazo a la vida misma. El bandolero lo describe muy gráficamente:
--Es el hombre cuando se ríe insensible de la desgracia ajena. Está ahí y no hacen falta infiernos para encontrarlo. Está siempre cerca de nosotros. Y ése es el momento de rezar, para quien sepa. O el de la superstición. Cualquier remedio que logre arrancar el Mal del ser humano para dejar sitio al optimismo y la esperanza.
Acaso ¿es la esperanza la única arma contra el Maligno?...

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