jueves, 26 de junio de 2008

Historias del bandolero


La otra ciudad

He vuelto a ver al bandolero para insistir sobre esa ciudad extraña, incógnita, llena de callejones sin salida, que estamos construyendo en los países ricos y con desarrollo tecnológico Me asusta ver ese ejército de desheredados y vagabundos que deambula junto a nosotros como sombras que arrastrasen nuestros pies, a nuestro pesar. Me asusta que se conviertan en fantasmas pegajosos, que acaben acosándonos a los que seguimos queriendo construir una sociedad a base de tecnología y desarrollo... acelerado, dicen.

- Eso no se puede evitar, ya te lo he dicho. Siempre habrá pobres y ricos...

Pero ¿ no estaremos nosotros, los tecnócratas, los empleados con suerte y sueldos fijos, los navegantes de espacios informáticos, fabricando un mundo de fantasmas errantes?. ¿No estaremos volteando la Historia, dividiendo la sociedad en vivos agonizantes y muertos vivientes?. ¿No estamos sustituyendo al hombre por la máquina?.
-- Eso es una tontería. Tú no tienes la culpa. Sólo intentas sobrevivir, porque tú no eres miserable. Yo tampoco. Por eso seguimos pensando, imaginando, esperando y proyectando. No hemos perdido la esperanza en el futuro y queremos moldearlo, para que nos nos pille de improviso.Por eso sobrevivimos...
--Yo ya no sé si sigo manteniendo la esperanza en el futuro. Tengo miedo a convertirme en un vagabundo miserable...
-- Ese miedo te salvará. Ellos ya no tienen miedo a nada ni esperan nada...
--Y ¿quién les ha empujado a eso?.
-- Nadie. Ellos solos han bajado a los subsuelos de su miseria de espíritu...
No sé si es verdad. Pero me da miedo, a veces, la gran ciudad y su ejército de desheredados que vagabundean con pasos perdidos que no les llevan a ninguna parte. Muchos visten traje, corbata y zapatos caros, muy caros para ese vagabundear por la vida. Expulsados de sus casas, muchos de ellos, rechazados por la sociedad y aplastados por la vorágine de conocimientos que intentan empaparnos, pueden llegar a convertirse en zombies ignorantes que acaben devorándonos a quienes aún sobrevivimos sin ahogarnos en la miseria.
Si esto ocurre, estaríamos perdidos porque la sociedad habría vuelto a la caverna y el ordenador habrá sido aplastado por el sílex. Y nadie podrá recuperar toda esa información almacenada durante siglos, que "se diluirá como una lágrima bajo la lluvia..".

0 comentarios: