domingo, 28 de septiembre de 2008

Cinemateca



Recomendamos una película:


VEREDICTO FINAL

Drama.- Dir. Sidney Lumet .- Inter.: Paul Newmann, James Mason, Charlote Rampling.- Guión adaptado: David Mamet.


Acaba de morir Paul Newman, el actor de los ojos azules. Su historia cinematográfica abarca obras de arte como "El golpe", "La gata sobre el tejado de cinc", "Buth Cassidy y Sundance Kid", "El Buscavidas"o "El color del dinero". De todas ellas, destaca especialmente "Veredicto final", donde Newman hace gala de todos los registros como actor. Interpreta a Frank Galvin, un abogado borracho, venido a menos, cincuentón y sin apenas otros trabajos que pequeñas querellas de vecinos. Un viejo socio le habla del caso de un error médico por el que ha muerto una persona, en un hospital, en el que cabe la posibilidad de conseguir una indemnización del hospital a los familiares. Galvin decide recuperar su dignidad y a sí mismo y recobrar, al mismo tiempo, su prestigio como abogado. Acepta el caso, tras averiguar que hay posibilidades de ganar y a sabiendas de que va a traerle problemas luchar contra un monstruo mutinacional e institucional. Mientras prepara el caso, recibe ofertas jugosísimas de dinero y de trabajo para que el asunto se resuelva sin ir a juicio. Pero Frank Galvin está dispuesto a jugárselo todo a una carta, para ayudar a los familiares, denunciar la negligencia hospitalaria, recuperar su prestigio como abogado y, de paso, recuperarse a sí mismo. Pero para ello se impondrá la plena desintoxicación alcohólica que le provoca momentos de fuertes crisis de ansiedad.

La película tiene todas las de ganar: la dirección magistral de Lumet, que es capaz de rodar escenas sin apenas diálogo; el guión de David Mamet, que hasta la jerga judicial la convierte en inteligible e intrigante para el espectador. Y, por supuesto, la interpretación de sus actores. Charlotte Ramplign comedida-como es ella- en su papel de familiar. Edwrad Burns perfecto ángel de la guarda de Galvin. Y, especialmente llamativo, James Mason como el malo de la película. Pero por encima de todos ellos, Paul Newmann: genial en sus borracheras, en sus resacas, en su rehabilitación, en sus apariciones ante el juez, en la búsqueda de recursos para la defensa... Un actor en toda la extensión de la palabra, con miles de registros. La película da ocasión a este lucimiento, pero él sabe dosificarlos y, como en todos sus papeles, dar credibilidad al personaje y a las situaciones que, a veces, podrían resultar imposibles en un enfrentamiento tan desigual ante los tribunales.


Tuvo en 1982 cinco nominaciones al Oscar: película, director (Sidney Lumet), guión adaptado (David Mamet), actor principal (Paul Newmann), actor secundario (James Mason). No consiguió ninguno.Claro que hay que recordar que ese año fue el de "Ghandi", que se llevó los de mejor director, mejor actor y mejor película. Su oscar se lo arrabató ese año Beng Kinsgley. Pero Newmann lo conseguiría cuatro años después por "El color del dinero" de Martín Scorssese. Luego vinieron otros dos ...

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues yo, que soy fan de Paul Newmann, ésta peli no la he visto. Y por lo que contais, me parece de las buenas. La pongo primera en mi lista.