jueves, 4 de septiembre de 2008

Historias del bandolero


La memoria no pesa


A veces se olvida lo almacenado en la memoria. Lo llevamos con nosotros mismos, como un equipaje invisible y desconocido que, a veces, aflora como un lastre que nos abruma. Otras veces, surge como la tabla salvadora para el naúfrago que somos en el mar a veces picado de la vida...

Lo que ocurre es que, en ocasiones, la memoria puede ser un explosivo, una bomba de relojería que nos puede estallar en el interior, arrasando con los recuerdos. Y nunca sabemos cómo ni cuándo será. Intento explicar mis reflexiones al bandolero, dudando si me entenderá.

-- No te preocupes, los recuerdos no hacen daño. A veces sólo nos irritan, pero eso no significa nada. Si acaso que aún seguimos vivos y no hemos borrado el pasado que nos ha moldeado.

El bandolero tiene una increíble facilidad para simplificar los conceptos. Pero no entendí demasiado bien lo de seguir vivos con el pasado a cuestas. Borrar el pasado es imposible.

-- Pues se puede. Te lo digo yo, que he conseguido borrar en mi memoria parte de mi pasado desagradable...

-- Eso es imposible. Lo habrás almacenado en el subsconciente, pero no borrado...

Comprendo que el bandido no quiera traer a su memoria fechorías y sufrimientos. Pero parece leerme el pensamiento:

-- Y no me refiero a mis delitos, sino a otras cosas desagradables que no me hubiera gustado vivir...

No quise preguntar a qué se refería. Pero me imaginé que no querría hablar de aquello que "había olvidado en la memoria". Y, mientras tanto, yo seguía convencida de que, a veces, la memoria pesa como un fardo sobre las espaldas de nuestra mente, y sólo los recuerdos resultan ligeros... O ¿son los recuerdos los que pesan?... De cualquier manera, hay un bulto que ocupa demasiado en nuestro "almario". Y él volvió a hablar en preciso instante:

-- Los recuerdos nunca son una molestia. Hasta los más desagradables resultan positivos. Porque, si los sabes archivar bien aquí, en la mollera, acaban convirtiéndose en experiencia. Y eso te va modelando poco a poco. Tú, ahora mismo, eres lo que tus errores y tus buenos y malos recuerdos te han hecho aprender y corregir en la vida. Sólo exigen un buen uso en el futuro, que es cuando los recuerdos empiezan a existir... En el pasado no hay recuerdos, en el presente aún no se han convertido en pasado. Sólo en el futuro son útiles y necesarios. No los desdeñes...

No, si yo no desdeño los recuerdos. Pero, muchas veces, se me olvidan. Tengo la memoria floja, pero supongo que eso también forma de la vida. Y condiciona nuestro futuro, que es cuando los recuerdos acaban siendo necesarios... Pero a veces nme parece que estoy caminando hacia la niebla. Y me da miedo andar por la vida sin recuerdos.

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