miércoles, 22 de octubre de 2008

Sal o pimienta


La televisión 'rosa'.


Han desaparecido los más groseros, se han transformado otros, revistiéndose con una pátina de seriedad en seudotertulias donde los insultos están a la orden del día. Son los programas mal llamados 'del corazón' de las televisiones españolas. Programas que han conseguido hacer alguien de quienes son nadie, alimentar a parásitos de la sociedad, propagar que la fama a costa de sexo y delito es fácil, descartar el esfuerzo y el trabajo, destruir valores insustituibles y elevar el insulto a la categoría política.

Desde hace años vemos cómo las cadenas de TV proporcionan un sueldo millonario a parásitos sociales llamados Antonio-Davides, Rocios, Malenas, Sonias, Kikos, Tamaras, Dinios, Raqueles, Jaimes, o Consuelos. O a delincuentes como Julianes, Dionis, Maytes, Marías. O a exnovias y exnovios de exmaridos o exmujeres de algún famosillo que quieren apuntarse al carro... Personajillos despreciables que viven espléndidamente sin estudios ni trabajo conocido, gracias a esas cadenas de TV que les pagan cada vez que se les acaba el parné.

Indudablemente, las cadenas de TV no financiarían a estos parásitos si no hubiese una audiencia interesada en ver cómo sacan los higadillos un elenco de periodistas gritones que no saben respetar turnos de palabra ni hablar bajito, que es cuando se oye mejor. Una audiencia que, desgraciadamente, no tiene otras miras , que ignoran los libros, que se aburren con una tertulia seria. Las cadenas tampoco facilitan alternativas en estas franjas horarias, porque la pelìcula del otro canal se ha emitido más de diez veces en el último semestre y además es infumable. Pero cuando la película es buena, la audiencia del higadillo baja...

Parece difícil que los programas empiecen a cobrar seriedad, que el buen cine se haga un lugar casi diario en las programaciones y que los programas de cultura empiecen a captar a parte de una audiencia cansada ya de ver siempre a los mismos parásitos despreciables que solo viven del escándalo. Porque es una patulea que no se renueva. Hace apenas una semana se ha visto al exyerno casi olvidado de una cantante, de cuyo corto matrimonio sigue viviendo. Lo mismo ocurre con la exnovia de un torero, cuyo mérito es simplemente haberse quedado embarazada de él y lleva viviendo de esta coyunda más de diez años. Ha ganado millones pero no ha sabido invertirlos en culturizarse. Sigue siendo la misma inculta ordinaria de antes, pero con cuenta millonaria en el banco.

La audiencia (el famoso 'share') suponemos que ya no es tan numerosa. Porque uno de estos programas ha tenido que incluir en su parrilla una tertulia seudopolítica con apariencia de seriedad, en la que el mayor atractivo son los insultos que se lanzan dos periodistas insignes llamados Mª Antonia Iglesias y Miguel Angel Rodríguez, sin dejar meter baza a ninguno de sus contertulios, y de forma que nunca se sabe qué se intenta debatir. O sea, peor el remedio que la enfermedad, porque estas tertulias ensucian cualquier tipo de periodismo serio y analítico.
¿Se habrá tocado fondo ya o aún queda algo más que difamar y destripar?...

0 comentarios: