domingo, 21 de diciembre de 2008

Sal o pimienta


A vueltas con los periodistas de hoy


No es la primera vez que escribimos sobre la pobreza de lenguaje de los periodistas de hoy. Una pobreza que queda más acusada en los informativos de TV y de radio, donde la escasez de palabras se manifiesta más claramente, al quedar antes al descubierto las reiteraciones y la parquedad de vocabulario. Desgraciadamente también tenemos que subrayar la poca cultura de los jóvenes informadores de hoy -en general- y su falta de recursos y de prontitud.
Eduardo Arroyo, en su columna de "El semanal digital", contaba el domingo esta anécdota, sobre la nueva generación de periodistas: "A este respecto un amigo mío escritor me escribe: "Una de las experiencias más frustrantes que he tenido en estos últimos años es ser entrevistado por quien no tiene ni idea de lo que se está tratando. Me ha sucedido varias veces. Es más, es la norma. Lo raro es encontrar un periodista inteligente e informado. Pues bien, acaba de hacerme una entrevista sobre mi último libro una chica de una emisora de ámbito nacional de cuyo nombre prefiero no acordarme, para hablar del pecado pero no del pecador, y la primera pregunta que me lanza es que se ha leído el prólogo y que si podría comentar algo sobre él. Y las demás preguntas fueron sobre qué trataban algunos capítulos de los que sólo había leído el título en el índice. Pero bueno, hay que resignarse. Así es la generación más preparada de la historia de España".
Más adelante puntualiza Arroyo: "Bajo la apariencia inofensiva que confiere la frivolidad, millones de "profesionales de la información" o del "espectáculo" intoxican a una población narcotizada e indefensa ante un poder aupado sobre las amplias bases de millones de sofismas. La "libertad de expresión" se esgrime como palabra tótem ante la que todos retroceden. Sin embargo jamás se dice que la "libertad de expresión" solo tiene sentido ante un pueblo con un elevado nivel cultural, conocedor de las razones que siempre han movido a las elites culturales a través de los tiempos, unas razones que son en definitiva las razones últimas de la vida humana, que nos capacitan para seleccionar lo que quieren vendernos aquellos que no tienen otro objetivo que el poder total sobre las conciencias. Pero muy al contrario, en la civilización de la "wikipedia", donde se tiene el acceso a toneladas de información en menos que se acciona un "click" de mouse, la gente carece no solo de la formación más básica sobre la cultura en la que se mueven, sino también del conocimiento más elemental para gobernar sus vidas".
En esta situación, las cadenas de TV no hacen sino contribuir a esta especia de 'burricie' nacional con espacios como "Gran Hermano", "DEC", "Fama", "Está pasando" y tantos otros de 'realidades' y prensa rosa, en un totum revolutum que pone una venda en el pensamiento del espectador, poco dado al esfuerzo cultural subrayado por Marx (Groucho) de apagar el TV y abrir un libro. Asistimos, así, al penoso espectáculo de una redactora preguntando a un actor qué reacción ha tenido su crítica en una famosa actriz fallecida hace ya años, a la que la informadora a todas luces desconocía. O un reportero asegurando categóricamente que la historia de "Ultimátum a la tierra" es una "nueva y original historia de ciencia ficción". O un locutor de TV informando de que el temporal "había esquilmado" los sembrados...
Cada vez se hace más patente la necesidad de rescatar las asignaturas humanísticas y la gramática, que están agonizando entre SMS y emails tras el abandono oficial que las ha conducido al olvido. A lo mejor, reanimándolas se puede salvar todavía a una generación a medio formar. La que sucederá a esta generación de pobres individuos carentes de expresión y de cultura.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Arroyo tiene razón. Si quereis leer algo realmente distinto, miraros su columna los sabados por la mañana.