domingo, 22 de febrero de 2009

Curiosidades de la Historia


EL PASO HONROSO

En Puente de Órbigo, villa de la provincia de León a orillas del río del mismo nombre, permanece la leyenda del caballero Suero de Quiñones, cuya historia sedujo de tal forma a don Quijote, que amenazó "con retar a quienes dijeren que fueron burlas las justas de Suero de Quiñones del Paso"...
Paralelo al puente moderno sobre el Órbigo se mantiene el puente medieval conocido como "El Paso Honroso", escenario de justas medievales y de tenaz defensa por parte de aquellos caballeros.
Corría el año 1434, Año Santo Compostelano o "De perdonanza" como se decía entonces, cuando Don Suero, para conquistar a su dama doña Leonor de Tovar, organizó un torneo de armas escoltado por nueve caballeros. Las justas comenzaron el 12 de julio y duraron 13 días, hasta la festividad del Apóstol Santiago. Consistían en defender el paso del puente y romper la lanza de todo caballero que intentase atravesarlo. El apasionado varón arriesgó su vida rompiendo hasta 300 lanzas de 68 rivales. Entre éstos había franceses, italianos, portugueses, alemanes y españoles. Sólo hubo un muerto por la lanza de Suero: el aragonés Esberto de Claramonte. Pero hubo tantos heridos en estos 13 días que la Iglesia tomó cartas en el asunto, negando entierro sagrado a todo el que participara en las Justas. Pero don Suero y sus nueve acompañantes dieron por finalizado el duelo el día previsto: el 25 de julio. Y ese mismo día emprendieron peregrinación hasta Compostela para ofrecer al Señor San Yago una argolla de plata como exvoto y un sustancioso donativo para la catedral. La argolla luce, hoy, en el cuello del busto de Santiago Alfeo, que se venera en la Capilla de las Reliquias de la catedral compostelana.
El puente sobre el Orbigo fue denominado desde entonces El Paso Honroso y los nombres de los diez caballeros que lo defendieron fueron grabados en un monolito de piedra sobre el puente.
Suero de Quiñones no escarmentó con esta hazaña. Porque 24 años después murió en otro duelo contra don Gutierre de Quijada, en los campos vallisoletanos cercanos a Barcial.
El de Suero no fue el único duelo que hubo sobre el Puente del Pso Honroso. Siglos antes fue escenario de sangrientas batallas entre visigodos y suevos y siglos después entre moros y cristianos en plena Reconquista. Y ya en nuestros tiempos el puente sobre el Órbigo se convirtió en el Paso de la Muerte para decenas de escolares que murieron ahogados en estas aguas al caer al río el autobús en que viajaban. Como si el Paso Honroso pidiese tributos sangrientos periódicamente conforme pasa el tiempo.

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