TRUCOS DE DECORACIÓN

*  Si quieres tener espacio de almacenamiento que no se vea y sea barato, aprovecha las cajas de verdura o fruta que te puede facilitar tu frutero. Si son  de madera sólida mejor que con tablas separadas. Líjalas  todas y dale un tapaporos. Luego píntalas del color que te gusten: a juego con la pared, contrastando colores entre sí, pintándolas a rayas o como se te ocurra... Dadle imaginación. Luego fórralas de papel de pared (o de aironfix para las superficies de cocina, si no te importa gastar un poco más). Fíjale  en los laterales más estrechos  unos cordones  de cuerda  trenzada o de  cinta de algodón gruesa. Puedes clavarlos, pegarlos o coserlos al forro si la caja es de listones.Si quieres  clávale con maña unos plásticos en la superficie, para que el contenido no coja demasiado polvo. Y ya está lista para almacenar y esconder debajo de la cama.

* A veces necesitamos llenar un rincón con un chiffonier(sí, es la escritura correcta, que viene de chiffon -un sillón propio del dormitorio de las antiguas damas, y no de sinfonia como se cree) hecho de cajas de cartón. Apílalas en grupo de dos, hasta que consigas la altura deseada. Luego coloca sobre las dos últimas un cristal que abarque la superficie de ambas cajas, para que no se manchen ni se hunda ni se mojen. Y meted en ellas los papeles, documentos, contratos, informes bancarios, facturas y  futuros contactos bien ordenados. Y en el espacio que os sobre, puedes ordenar recetas, archivo de pinturas, papeles de pared, cartuchos de tinta de la impresora, paquetes de folios o respuestos para tu escritorio. Pero ten en cuenta que las cajas de arriba deben de llevar el mínimo peso y en las de abajo deberás poner una superficie de conglomerado o cristal que no se vea y que aguanter el peso de las cajas superiores. Tendrás un mueble vistoso, útil y baratísimo.

* Ya  te dí una idea parecida. Pero si quieres colocar una estantería original en una pared desnuda destinada a albergar libros, toma nota. Confecciona cajas de madera o pequeñas estanterías cerradas de las que venden en los almacenes baratos de muebles en forma de cajas.  Colócalas en la pared haciendo escala. Pero  ten la originalidad de colocarlas en forma de escalera  asimétrica, con cajas colocadas por el lado más estrecho, de modo que los libros  se coloquen paralelos a la pared y la estantería parezca al revés. Repite esta operación y píntalas de color ad hoc. Verás cómo te queda una pared única por su exclusividad y todos  alabarán  su imaginativo diseño.

*  Si sois más clásicos hay otra fórmula para llenar una pared con una estantería imaginativa: compra en Ikea esas estanterías en forma de cajas. Y luego compra moldura de madera para hacer  marcos de espejo y córtalos del tamaño de cada  cajón y acóplalos como cuando enmarcas un cuadro. (Puedes llevarlas a la tienda a que te los coloquen allí. Pero siempre te saldrá más caro).  Luego cuélgalos en la pared, y coloca los libros bien distribuidos. Parecerán cuadros superrealistas o espejos que reflejan un frente inexistente. Lo mismo puedes hacer si has decidido hacer vasares o nichos en la pared. Enmárcalos igual. También resultará original y llamativo.

* Y para guardar la pintura que te haya sobrado ten la precaución de cerrar bien el bote encajando la tapa hasta el tope. Luego colócalos en su estantería boca abajo, para que la pintura siempre esté reposada en la "superficie" de la lata cuando vayas a cogerla otra vez. Si te ha quedado poca pintura, no la dejes en la lata. Échala en un tarro de cristal de esos de enlatar verduras, pepinillos o aceitunas, siempre que esté bien lavado. Se os conservará mejor que en la lata. Y no olvides ponerlo también bocabajo (procura que esté bien cerrado, claro). De esta forma al darle la vuelta, sólo tendrás que agitarlo un rato para que se mezcle la pintura.