miércoles, 17 de febrero de 2010

CURIOSIDADES DE LA HISTORIA



UN REY QUE MURIÓ POR CULPA DEL PROTOCOLO.

   Hoy en España no hay Corte, por expresa decisión del rey don Juan Carlos, y el protocolo que se impone es el obligado habitualmente ante personalidades reales. Y nada más. Pero antaño, el protocolo palaciego en la Corte de España siempre pecó de rígido y problemático. Hasta tal punto esto fue así que Felipe III murió... por culpa del protocolo.

   Solía despachar a diario la correspondencia en sus aposentos y estando en este menester en los últimos días de marzo de 1621, sintió frío. Para calentar la estancia el furrier colocó un brasero tan cerca de la mesa del rey que, al poco rato, empezó a sudar bajo sus ropas adamascadas y a sentirse mal. Al advertirlo, su mayordomo el marqués de Tovar se lo comunicó al duque de Sessa, oficial de semana, para que ordenase alejar el brasero de la mesa del Rey.  Este se negó a hacerlo, alegando que era tarea y función del oficial de furriería, el duque de Uceda, y no podía entremeterse en su cometido.  

   Se mandó llamar, pues,  a Uceda, que se hallaba muy lejos de Palacio y tardó bastante en llegar. Para cuando entró a los aposentos reales y retiró el brasero, el monarca era ya víctima de una erisipela febril por la excesiva sudoración bajo ropajes tan tupidos y gruesos.

  El último día de marzo, Felipe III fallecía en el Alcázar madrileño, por culpa del rígido y exagerado protocolo de la Corte Española que impidió... ¡ mover  un simple brasero.!


16 comentarios:

Onminayas dijo...

El protocolo es el protocolo, Meg... Nosotros, sin tener sangre azul ni pertenecer a la nobleza, no podemos llegar a entender estas chorradas...

Besos.

meg dijo...

Dilo en _Zarzuela. Que, aunque no se guarde el protocolo de antaño, sí que hay que guardar el de hogaño. Y te lo digo por experiencia propia.

Pero ¡era tan fácil levantarse y alejar el brasero un metro!... El propio rey podía hacer lo que le viniera en su real gana, y aún así prefirió sudar... Es que resulta tan anacrónico,Onminayas.

Un beso.

Despe dijo...

que barbaridad! realmente increible no lo puedo entender tampoco
saludos Meg

Elisa dijo...

Hola Meg,
Inentendible.... e increíble para nosotros.
Cariños
Elisa, Argentina

meg dijo...

Despe, increíble también para nosotros hoy día. Pero antaño las cosas eran así. Un beso.

meg dijo...

Elisa, también lo es para nosotros hoy. Pero antiguamente el protocolo se respetaba a machamartillo. Y el español era el más riguroso de Europa.

Lakacerola dijo...

¿Y por qué no le dió el Rey mismo una patada al brasero? Hay que ser del género tonto para morirse de calor.

Miguel Ángel Pineda dijo...

Todavia queda algo de ese tipo de protocolo en algunas casas....
Me gusta las curiosidades de la Historia, se aprende más que los sesudos textos llenos de rosario de fechas.

Robert A. Larrainzar dijo...

Jolines, y luego mis sirvientes se quejan de las órdenes que les imparto en mi castillo. Será posible.
Un diez como la catedral de Pamplona es lo que te mereces, Meg. Y también por los chistes de abajo que me los he leído toditos. Un fuerte abrazo, compañera. :)

Oscar dijo...

Los protocolos a veces son necesarios, pero otras veces son una 'tocada de cojones',con perdon

meg dijo...

Kacerola, efectivamente, hay que ser del género tonto o ser muy, muy vago por naturaleza. Pero así eran las cosas. Un beso.

meg dijo...

Miguel Angel, en algunas casas y en la Zarzuela. Un protocolo, allí, riguroso. Pero no tan rígido como el del pasado. Aunque resulta más curioso el protocolo de algunas casas que siguen imponiendo sus dueños.

Un beso y gracias por tu comentario de ánimo.

meg dijo...

Robert, no te pases con los pobrecillos sirvientes. Que tú sí puedes darle una patada al brasero en tu castillo siniestro. ¿Impones mucho protocolo o eres un conde de trato cercano?... Siempre he tenido esa curiosidad. Y me alegro de que te hayas reído un poco, entre crimen y crimen. Hay que dejar descansar la imaginación calenturienta, hijo. Un besazo.

meg dijo...

Oscar, siempre son necesarios los protocolos. Por educación. Lo que pasa es que a veces fastidian, cuando estamos acostumbrados al trato familiar.

Un abrazo.

ANRAFERA dijo...

...vaya,vaya con el brasero...y el protocolo. Interesante curiosidad de la Historia. Gracias. Saludos.

meg dijo...

Las cosas del protocolo llevado a sus últimos extremos (nunca mejor dicho), Anra, ya ves. Un beso.