martes, 29 de junio de 2010

RECOMENDAMOS




"UN HOMBRE EN LA OSCURIDAD"

Paul Auster. .- Edit. Anagrama.

Una novela sobre un personaje creado por el personaje creado por su autor. Pero  no es un galimatías... Su comienzo resume en pocas líneas el entramado sobre el que se va  a tejer la acción y los sueños: "Estoy solo en la oscuridad, dándole vueltas al mundo mientras paso otra noche de insomnio... en la gran desolación  americana. Arriba... mi hija única, Miriam,...se acuesta sola desde hace cinco, y Katya, de 23, única hija de Miriam, antes dormía con un joven llamado Titus, pero Titus ha muerto y ahora duerme sola con el corazón destrozado. Luz radiante y luego oscuridad".  En esa oscuridad August Brill, crítico literario  convaleciente de un accidente, decide crear una historia para pasar el tiempo. Sin saber que su personaje, Owen Brick, podría convertirse en su propio verdugo. Sitúa a Brick en medio de una guerra civil americana provocada por la independencia de los estados de la costa oeste bajo el mandato de Bush, donde se ha despertado como en un viaje en el tiempo desde su vida muelle con su esposa en un  barrio confortable de la costa este. Brick, desconcertado en medio de  un mundo arrasado y sin TV ni apenas agua y luz,  se pregunta realmente si vive en este mundo o está soñando.
 
 En medio de los fragmentos de esta historia, Auster va desgranando la historia real de Brill, su hija y su nieta. Brill se somete a largas sesiones de cine, apoltronado en el sofá con su nieta, analizando las películas desde el punto de vista de cada uno para hacerle olvidar su dolor y su temprana viudez. Otro de los aspectos interesantes de la novela, que nos presenta  desde otro prisma películas míticas de la historia del cine.
 
  Auster aprovecha para criticar el "american way of life" en la historia surgida de la imaginación de Brill. Uno de los personajes que intenta explicar lo que está pasando al soldado Brick retrata un panorama nítido: "Al principio fue dificil. ¡Sin TV Dios mío!. Pero luego se empieza uno a acostumbrar y , al cabo de un par de años, resulta preferible el silencio... Ahora llevamos un estilo de vida  anticuado y las cosas son como debían de ser hace cien años. Si quieres enterarte de las noticias lees el periódico. Si quieres ver una película, vas al cine"...
 
    Por su parte, el personaje creado por Brill quiere saber y pregunta a sus superiores, que le contestan en lenguaje críptico: "Ni siquiera mis sueños son míos. Me han robado la vida. ¿Quién me está haciendo esto?. ¿Estamos en el mundo real o no?.... Mi sitio es otro... --Está Vd. aquí y es de otro sitio.-- Las dos cosas no pueden ser.-- Es la teoría de Giordano Bruno sobre la infinitud de Dios y sus poderes infinitos que sugieren un número infinito de mundos"...
 
   Auster  aprovecha el personaje de su personaje para apuntar que no hay una sola realidad, sino múltiples, no hay un solo mundo sino muchos mundos paralelos. Y en medio de esta confusión, en un mundo que no es el suyo, el soldado Brick recibe la orden de matar a quien ha desencadenado esa guerra civil, que no es otro que el propio Brill, su creador. Pero no es el final claro y lógico de una situación de confusiones y juegos paralelos.
August Brill seguirá viviendo envuelto en la ternura de Miriam y acogiendo el dolor de Katya, como si los tres fueran muñecas rusas que se esconden unas dentro de otras... Y es la hora de empezar otra historia...
  
 Paul Auster se ha perfeccionado creando otra vez un mundo en espiral, donde los personajes van creando más personajes que viven sus historias independientes. Y esta vez el autor se ha superado.
(Foto superior: lalibretademilo.wordpress.com)

14 comentarios:

felix dijo...

Meg...

Jo, al principio me hice un lío ;), pero lo has desgranado muy bien. Tiene un aspecto excelente, y si además, critica el modo de vida estadounidense, mejor que mejor. ¿vivir sin tele? eso lo hago yo y todavía no me ha pasado nada, todo lo contrario, soy más feliz.

Un beso

meg dijo...

Félix, Auster siempre es un lío cuando empiezas a leerlo. Siempre cuenta una historia dentro de otra historia y a su vez hay otra historia en el fondo de la primera. Leete "El libro de las ilusiones" y verás el fenómeno Auster. Este tiene menos espiral y tan sólo cuenta una historia dentro de otra, ambas realmente interesantes y hasta divertidas. Te lo aconsejo de verdad. A mí me fascinó. Claro que yo soy "austeriana" desde hace tiempo.

felix dijo...

meg...

"El libro de las ilusiones", es curioso, creo que lo tengo, menudo trasto estoy hecho. Voy a "bucear" en su busqueda y ya te contaré.

Un beso

meg dijo...

Léetelo que te gustará Si quieres que te diga otros título, a mí me gustó especialmente s"El palacio de la luna" y la trilogía de Nueva York. Fueron sus primeras obras famosas y para mí de lo mejor. Luego el de las ilusiones y el de la oscuridad. Espero convertirte en un "austeriano". Un besote.

felix dijo...

Meg...

Pues hace un rato te lo iba a comentar. ¡Lo tengo¡ pero primero ver a España, y a la noche empezaré a leerlo ;)
Gracias por las reseñas.

Un besote

meg dijo...

Pues me alegro de que lo tengas. Ye gustará. Y luego leete el del HOmbre en la Oscuridad. Es fantástico (Para mí el mejor de todos).

Y, por supuesto, lo primero es lo primero: ¡¡¡España, España, España!!!

Que ganemos. Un beso

Trecce dijo...

La verdad es que el libro tiene muy buena pinta.

meg dijo...

Trecce, es lo que te aparece en el comentario. Buena novela. Un saludo.

Palmiro dijo...

Me confiesto austeriano de estricta observancia, casi al modo de woodyalleriano de lo mismo, aunque el de las gafas viene de más lejos... Dos genios americanos, que estrenan una peli o un libro al año. Auster hace las dos cosas a veces y también Allen. El caso es que iba leyendo la reseña de tu libro y lo he estado confundiendo con otro libro, para mí fundamental, "La noche del oráculo". Tienen algo en común en el arranque argumental. El del oráculo es ese en que un personaje se queda encerrado en un refugio antinuclear y ya no hay salida, ni para el personaje ni para la historia que debe seguir por otros caminos, tan abundantes en Auster. Coincido en que la mejor es El libro de las ilusiones, maravilloso. Y está bien también "Broklin follies". "La música del azar" me parece un libro extrañísimo. En fin, gracias por tan sugerentes lecturas.

meg dijo...

Hola Palmiro. Te echaba de menos. Pues sí, "La noche del Oráculo" es de los buenos, pero sigo quedándome con "El palacio de cristal", la trilogía entera de N. York vamos.Y, sobre todo éste del Hombre en la Oscuridad y El Libro de las ilusiones. Creo que éstos dos últimos son la esencia pura del relato de Auster, perfeccionando esa habilidad de crear mundos dentro de otros mundos y submundos paralelos.Es un juego admirable de estructura novelística.

¡¡Ah!! Y yo también soy Alleniana. Es lo más genial, con Willy Wilder y Chaplin, que ha dado el cine de Hollywood.

Un besazo

Palmiro dijo...

En realidad somos afortunados de ser contemporáneos de Allen. ¡Qué gusto llevar treinta años yendo a sus películas de estreno, una por temporada! A mí me hubiera gustado serlo de Wilder, el más grande, y haber podido ver de estreno "El apartamento" o "Irma la dulce", o "Perdición", o "Primera plana", o, o, o, ohhhh. En pantalla grande. Y hubiera disfrutando también viendo en pantalla grande a Hitckock, tan grande, mago del suspense. ¿Y qué decir de "El hombre que mató a Liberty Wallance", quizá mi peli preferida, por algo además sentimental de infancia, no sé. Maravillosa, como "Luna nueva". Sí, porque de quedarme con algo, qué falta hará, me quedaría con las comedias, las enormes, las clásicas. En fin, dejo de hablar de esto porque me vuelvo verborreico.

meg dijo...

Palmiro, y disfrutar con sus guiones y sus frases geniales. Y ya de Willy Wilder,no te digo. Con razon Garci cuando recogio el Oscar dijo aquello de "no creo en Dios; sólo creo en Billy Wilder".

Y Frank Capra, ¿qué me dices?. y William Wyler, y Houston, Y Orson Welles... ¡¡Ah!!, que continuo la diarrea verbal. Basta.

Un beso y gracias por comentar el post. Y un achuchon a Alicia, que, de momento,sigue en su país de las maravillas.

Palmiro dijo...

Bueno, lo de no creo en Dios, creo en Billy Wilder lo dijo Trueba tras su muy lograda y oscarizada "Belle ellpoque", pero tengo para mí que Garci también hubiera suscrito la frase. En fin, NADIE ES PERFECTO

meg dijo...

Tienes toda la razón, >Palmiro. He metido la pata. Soy humana y no soy perfecta como bien dijo Osmond llevando en la lancha a Dafne... Me impondré una penitencia