lunes, 9 de julio de 2007

Cocinerías

Receta de la semana: SOLOMILLO WELLINGTON

Para cuando tengáis invitados. Es un plato fácil de hacer para los que tengáis horno. Necesitáis tres o cuatro solomillos de cerdo (depende del número de comensales), un paquete de láminas hojaldre congelado, sal, pimienta, vino de jerez, un huevo, tres o cuatro clavos de especia.

Dejad marinar por la mañana los solomillos en una bandeja honda con un vaso de jerez. Cuando volváis, encended el horno a temperatura máxima. Mientras se caliente, escurrid los solomillos, salpimentarlos, clavadle un clavito de especia a cada uno y envolvedlos en una lámina de hojaldre cortada a su tamaño, cerrando bien por los lados, de forma que os quede como unos grandes canelones cerrados en los extremos o como un paquetito cilíndrico. Colocad sobre una bandeja de horno engrasada, pinchad los paquetes con un tenedor, para que no se abran durante el asado y pintadlos con yema de huevo batida. Así el hojaldre quedará brillante. Dejad hacerlos a temperatura media hasta que el hojaldre esté dorado por completo, después de haberlo volteado a la mitad de la cocción. Servid caliente, rodeado, si queréis, de huevo hilado. Para que no se os desmenucen al partirlos, tened en cuenta medio solomillo por ración. Así los cortáis a la mitad con mucho cuidado y teneis menos riesgo.

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