lunes, 5 de enero de 2009

Marujerías

LA ESTRELLA DE BELÉN SE RETRASÓ UN POCO PARA DEJAR A UN ÁNGEL EN EL CAMINO...

A Maribel Torres..- Dueñas (Palencia).-


Estas Navidades han sido para tí una de las más felices. Porque a las puertas de la Navidad ha llegado Irene, tu primera nieta. Nació de Belén, la esposa de José, tu hijo. ¡Qué coincidencias hasta de nombres nos guarda el destino!.

Y la has visto nacer, la has cogido recién salida del vientre materno, como te hubiera gustado haber sentido con tu hijo. La has sentido caliente aún por el calor de esa gruta maravillosa y escondida que es el útero materno. Y ese momento ha valido por todos los momentos del mundo que tú hubieras querido haber vivido en tu maternidad. Es el premio que te da la vida, porque te lo mereces; por ese amor que sigues generando para todo el que te rodea y que, ahora, especialmente vas a proyectar sobre alguien que, con o sin coincidencia de ADN, va a prolongar tu vida más allá de la muerte, de las estrellas, del recuerdo. Va a prolongarte en el universo... Porque no es la cadena de ADN lo que importa. Es el amor escondido en el alma lo que nos perdura.

Por eso estás aquí, Maribel Torres. Porque vale la pena que la gente, los bloggeros y los forasteros de este lugar te conozcan y sepan que todo se cobra en la vida (lo bueno; lo otro se paga aunque nadie se lo crea). Que estás recibiendo los intereses de tus esfuerzos por aunar un pueblo, por conseguirles confort, mejoras, lugares dereuniones, por convocar a los más jóvenes organizando jornadas de cuentacuentos, por tener siempre una palabra amiga para quienes te rodeamos y te necesitamos... Y para que lean lo que has escrito en tu felicitación de Navidad de este año. Que vale la pena leer las palabras escritas por una recién abuela escritora que siempre escribió para los demás. Esta vez has escrito para tí misma. Y para ella. Para Irene. Para quien, seguramente, irán dirigidos, a partir de ahora, todos tus cuentos y las historias de tus marionetas. Alguien que escribe así una emoción, es capaz de describir la belleza de una gota de rocío en el interior de un capullo de rosa y la de la explosión de una estrella en medio de una galaxia lejana...

"Así es Irene. Muchas veces nos parece que esto de la Navidad es una aparatosa cesta repleta de vanidades y jolgorio obligatorio donde todo parece de mentirijillas. El agua es papel de plata, los Magos son dinero, las estrellas purpurina.
Pero no es verdad, querida niña: lo que celebramos no es la tradición, ni lo inevitable, ni la nostalgia. Lo que celebramos es la VIDA. Cuando nace un Niño la vida es el verdadero pregón: La angelada tronando en los cielos, el mal espantado, la esperanza cierta, la paz en la tierra, el don de Dios.
Este año lo hemos comprendido al fin porque, casi al llegar la Navidad, has nacido, Irene, y a esto gozo lo llamamos Navidad".

Lo escribiste, lo imprimiste en un cristma, le pusiste la foto de Irene con horas de vida y lo enviaste a los amigos. Era tu forma de hacer creer en la Navidad a los descreídos, a los escépticos, a los tristes, a los nostálgicos...
Felicidades, Maribel Torres. Estoy segura de que en Dueñas hay una estrella más por las noches que no vemos desde aquí. Estoy segura de que era la misma estrella que adivinaste desde el avión, cuando volvías de Suiza aquel día en que tomaste la decisión más importante de tu vida...

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